El Papa Benedicto XVI recibió esta mañana a una delegación de la localidad de Luson, de la provincia de Bolzano que se halla en la región italiana del Alto Adigio, que este año ha regalado el árbol de Navidad que se coloca al lado del pesebre en la Plaza de San Pedro en el Vaticano y cuyas luces serán encendidas este viernes.
El árbol, cuyas luces se encenderán hoy durante una ceremonia presidida por el Cardenal Giovanni Lajolo, Presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, es un abeto rojo de 34 metros de altura y 93 años de edad.
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Acompañan a este ejemplar otros 50 abetos de la misma región que se colocarán en diversos lugares del Vaticano.
El Papa dijo que el abeto "que se encontraba a una altitud de 1.500 metros y se ha talado sin dañar la vida del bosque, estará junto al pesebre hasta que terminen las fiestas navideñas".
"El árbol de Navidad enriquece el valor simbólico del pesebre, que es un mensaje de fraternidad y de amistad; una invitación a la unidad y a la paz; una invitación a hacer espacio en nuestra vida y en la sociedad a Dios, que nos ofrece su amor omnipotente a través de la frágil figura de un niño, porque quiere que a su amor respondamos libremente con nuestro amor".
Benedicto XVI señaló finalmente que el "pesebre y el árbol llevan, por tanto, un mensaje de esperanza y de amor, y ayudan a crear el ambiente propicio para vivir en la justa dimensión espiritual y religiosa el misterio del nacimiento del Redentor".