En un mensaje enviado al Arzobispo de Nápoles, Cardenal Crescenzio Sepe, por el Año Jubilar de esta arquidiócesis italiana, el Papa Benedicto XVI alentó a los católicos a vivir la fidelidad, el coraje del testimonio y tener una buena formación cristiana para anunciar el Evangelio en medio de una sociedad secularizada.
En el texto con fecha 14 de diciembre y dado a conocer este jueves por L’Osservatore Romano, el Santo Padre señala que el patrimonio religioso de Nápoles "exige la coherencia de la fidelidad y el coraje del testimonio".
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Esta tarea, que debe hacerse con "vigor y arrojo apostólico", reconoce Benedicto XVI, se complica en medio de un "contexto socio-cultural que hoy es muy distinto al pasado" marcado por la difusión de "una visión secularista de la vida y la influencia del mal que afligen a la vida civil, insidiada por el individualismo".
Ante los modelos negativos y erróneos que afecta la vida familiar y social, el Papa resalta la "urgencia de la formación humana y cristiana de los muchachos y muchachas, porque ellos están gravemente expuestos a los riesgos de las desviaciones".
"Es necesario por ello formar hombres y mujeres de personalidad fuerte, de sólida fe y coherente vida cristiana".
Benedicto XVI exhortó luego a "los padres a hacer conocer a Jesús y su mensaje a los hijos, desde pequeños, con los signos y palabras que la comunidad cristiana desde siempre ha sugerido y practicado. El futuro depende en gran parte del éxito de este esfuerzo formativo integral".
En los distintos ambientes de la vida, prosiguió, "los cristianos están llamados a ser operadores de la verdad y testigos valerosos del Evangelio; cada uno puede y debe esforzarse para que los valores espirituales y éticos, traducidos en estilos de vida, ofrezcan una contribución determinante a la edificación de una sociedad más justa y fraterna".
"Será necesario entonces esforzarse para asegurar, con la inspiración y la fuerza que vienen de Dios, relaciones de auténtica caridad, que se expresen en formas concretas de solidaridad y servicio, para mostrar ejemplos de vida alternativos, accesibles a todos y, al mismo tiempo, emblemáticos".
Finalmente el Papa Benedicto XVI resaltó que "así se podrá reforzar la conciencia de que también hoy, como siempre, la semilla del Reino de Dios está presente y activa: una semilla cargada de porvenir, capaz, si es acogida de modo personal y generoso, de transformar incluso las situaciones más difíciles y de renovar el corazón y el rostro de Nápoles".