Una delegación de la plataforma cívica HazteOirg.org (HO) llegó este mediodía a la Embajada de Pakistán en Madrid para presentar más de 60 mil firmas de españoles que solicitan la liberación de Asia Bibi, una madre de familia cristiana condenada a muerte en el país asiático bajo la polémica Ley de Blasfemia.
En las últimas dos semanas, la plataforma recogió adhesiones en la página web PorAsiaBibi.org, donde aún existe un formulario para dirigir un pedido de indulto al Presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari.
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Según HO, a pesar de los anuncios de un indulto que aún no procede "Asia Bibi corre más peligro hoy que hace una semana. Porque desde que se conoció la noticia de que tal vez, en algún momento, el presidente de Pakistán firme su indulto, los líderes religiosos de aquel país se han movilizado y organizan protestas en las calles exigiendo la ejecución inmediata de esta mujer, acusada de blasfemia".
La plataforma sostiene que "el Gobierno de Pakistán está notando la presión internacional que se está tejiendo entorno a este caso, pero aún no es suficiente. El presidente pakistaní, Asif Ali Zardari, tenía sobre la mesa una orden de perdón. Pero no la ha firmado todavía".
"Lamentablemente, en las últimas horas el Tribunal Superior de Lahore ha determinado que la promesa de indulto realizada por el presidente paquistaní no es posible porque el recorrido judicial de Asia Bibi aún no ha concluido".
La delegación de HO, liderada por el presidente de la organización, Ignacio Arsuaga, reiteró el compromiso de los firmantes con la libertad religiosa. "No se trata de que sean cristianos católicos o no. O budistas o musulmanes. Se trata de defender la libertad de creencias frente a los poderes fácticos u oficiales", indicó.
El caso de Asia
En junio de 2009, Asia cumplía labores de obrera en Sheikhupura, cerca de Lahore, Pakistán. En una ocasión le pidieron que buscara agua potable para sus compañeras. Algunas de las trabajadoras –todas musulmanas– se negaron a beber el agua por considerarla "impura" debido a que fue provista por una cristiana.
Un día más tarde Bibi fue atacada por una turba, denunció el caso a la policía y fue llevada a una comisaría por su seguridad, donde paradójicamente recibió un cargo de blasfemia en su contra acusada de haber insultado a Mahoma. Desde su encierro dijo a los investigadores que es perseguida por ser cristiana y negó haber proferido los insultos.
La Ley de Blasfemia agrupa varias normas contenidas en el Código Penal de Pakistán para sancionar cualquier ofensa de palabra u obra contra Alá, Mahoma o el Corán, que sea denunciada por un musulmán sin necesidad de testigos o pruebas adicionales. Su aplicación puede suponer el juicio inmediato y la posterior condena a prisión de cualquier persona.