Regis Iglesias, Leonel Grave, José Miguel Martínez y Jesús Mustafá, son cuatro de los cubanos exiliados a España que recordaron el drama de las cárceles de la isla, y afirmaron que la fe es lo único que les ayudó a no ser doblegados por los comunistas.

Los cuatro, que participaron en el reciente congreso sobre Católicos y Vida Pública realizado entre el 19 y 21 de noviembre en Madrid, son miembros del Movimiento Cristiano Liberación (MCL) y promotores del Proyecto Varela para lograr la transición pacífica de Cuba a la democracia.

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"En la cárcel de Cuba sólo te sostiene Dios", afirmó José Miguel Martínez. Según recogió el semanaria Alfa y Omega, este exiliado era miembro de la Legión de María en Cuba y colaboraba con Cáritas a favor de los ancianos más pobres. Sin embargo, su participación en el Proyecto Varela fue suficiente para ser enviado a prisión.

"Cada día quedábamos para rezar, cada uno en su celda: leíamos la Biblia, reflexionábamos", recordó. Esta práctica fue prohibida temporalmente por los carceleros. A pesar de todo, Martínez afirmó que "sentir a Dios en mi interior, me hacía cada vez más fuerte".

El caso de Jesús Mustafá es especial. A sus 66 años recuerda los primeros años de la "revolución comunista". "Antes de llegar al poder, Castro decía que traicionar al pobre era traicionar a Cristo; pero cuando tomó el poder, traicionó al pobre y traicionó a Cristo", afirmó.

Condenado a 25 años por pertenecer al MCL, Mustafá dijo que en la cárcel intentan doblegar a los presos políticos. "Si no hubiera tenido fe, lo habrían conseguido. Te hacen insoportable la vida", afirmó. El ahora exiliado denunció que si las autoridades no consiguen lo que quieren, toman represalias contra las familias.

"Expulsaron de la escuela y aislaron a mi nieto; tiraron bolas de plomo a mi mujer y a mi hija mientras dormían; intentaron arrancar una figura de Juan Pablo II que tenía en la puerta de mi casa", recordó.

Con 34 años de edad, Leonel Grave es el más joven de los cuatro. La visita de Juan Pablo II a Cuba en 1998 hizo que del baptismo pasara a la Iglesia Católica. Sin embargo, en el poco tiempo que tiene de exiliado, lamenta que en España las iglesias estén más vacías que en Cuba y que haya una gran falta de respeto hacia Dios.

"En prisión rezaba más, porque cuando estás aislado sientes a Dios contigo", afirmó, y añadió que "en España he visto más falta de respeto a la Iglesia y a Dios, y menos gente en la iglesia, que en Cuba. Hay gente dormida, y merece la pena que se despierten a Dios".

Por su parte, Regis Iglesias destaca la importancia del Proyecto Varela por ser "el intento más audaz, concreto y estructurado de entregar al pueblo la libertad y dignidad que le han robado. No queremos un baño de sangre, sino darle voz al pueblo de Cuba".

El texto completo se encuentra en http://www.alfayomega.es/Revista/2010/713/08_testimonio.html