El Arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Cardenal Antonio María Rouco Varela, ha afirmado que el Papa Benedicto XVI no estableció una "equiparación" entre el "laicismo agresivo" de los años treinta del siglo XX y la actualidad, al responder a las preguntas de los periodistas en el avión en el que viajaba a España.
En este sentido, el Cardenal Rouco ha remarcado, durante la inauguración de la 96° Asamblea Plenaria de la CEE que se celebra desde este lunes hasta el próximo viernes 26 de noviembre, que el Pontífice primero se refirió a lo visto en los años treinta y después, "sin establecer equiparación" entre aquella época y la actualidad, apuntó que el "enfrentamiento entre fe y modernidad" continúa hoy activo en España.
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Además, ha señalado que algunos, movidos, a su juicio, "más por ciertos prejuicios y tergiversaciones que por la benevolencia y la objetividad" han "pasado por alto" las palabras que pronunció el Santo Padre –sobre una situación de "unidad, concordia, libertad y paz" en la que vive la sociedad española–, a la hora de formular juicios "negativos", carentes, a su parecer, "del más elemental rigor".
Así, el Cardenal ha subrayado que el Papa ha confrontado a los españoles con su "pasado, presente y futuro" para confirmarles en la fe y adelantarles en el trabajo de la nueva evangelización y ha insistido en que el Pontífice ha recordado la historia del país pero "sin nivelaciones ni anacronismos de ningún tipo".
En la misma línea, ha recordado los tres objetivos planteados hace cuatro años para responder al "reto" que, a su parecer, plantea el laicismo, como son la formación en la fe –tema que, según ha indicado, abordarán estos días–, el anuncio del evangelio del matrimonio y de la familia y el cuidado de la Eucaristía de los domingos. Concretamente, ha apuntado que el matrimonio cristiano está hoy en día llamado a ser "denuncia de una mentalidad y de una legislación que afecta gravemente al bien común".
Encuentro entre fe y laicidad
Por su parte, el Nuncio Apostólico, Mons. Renzo Fratini, ha señalado que el Papa ha visto "positivamente" en la cultura española "un punto central para el encuentro entre fe y laicidad" y ha destacado que el Santo Padre espera una contribución positiva de parte de esta Iglesia particular a "tan delicado" tema, en base a las posibilidades reales que están en las raíces del país. "Se trata, como ha subrayado el mismo Pontífice, del encuentro, no desencuentro, entre fe y laicidad", ha precisado.
Además, ha recordado que el Papa también llama a "conservar y reforzar la apertura a lo trascendente", en aras de "construir una Europa que, fiel a sus imprescindibles raíces cristianas, responda plenamente a su vocación y misión en el mundo".
Finalmente, monseñor Fratini ha subrayado que no hay que cerrar el corazón a Dios "nunca" pues, según ha explicado, es "el bien de todos los hombres y de todo el hombre". Así, ha remarcado que la sociedad "no puede prescindir de la fe" si quiere construir el mundo "en la verdad, la bondad, la belleza, y el amor".
"Perdón" por la "cultura de la muerte"
Por otro lado, el Cardenal Rouco ha traído a la celebración de este encuentro los agradecimientos y peticiones de perdón manifestados por la Asamblea Plenaria en 1999. "Perdón por el secularismo, con su desprecio de la Vida eterna de Dios", ha señalado, al tiempo que ha pedido perdón por "la cultura de la muerte" que, según ha puntualizado, es "imperante cuando el moderno hombre adulto se ha sentido autorizado para disponer de su propia vida y de la de los demás, llegando a considerar el homicidio incluso como un derecho: aborto, eutanasia, negocios de las drogas y de las armas". Igualmente ha reafirmado el perdón por "la erosión a la familia, de su vida y de la institución del matrimonio".
Finalmente, el Cardenal Rouco ha anunciado que en los próximos días la CEE presentará la traducción española de la Biblia, aprobada por la Asamblea Plenaria, que será publicada bajo el título "Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española" que, según ha afirmado, será utilizada a partir de ahora en los libros litúrgicos, cuando sean renovados. Además, ha mostrado su deseo de que sea la que se cite en los catequismos y en la enseñanza escolar de la religión.