Luego de rezar el Ángelus dominical con miles de fieles en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI elevó sus oraciones por los cristianos perseguidos en Irak, que recientemente han sufrido una serie de ataques que le han costado la vida, en total, a unas 70 personas.
El Santo Padre recordó que hoy en Italia y tras la invitación de los obispos, "las comunidades eclesiales rezan por los cristianos que sufren persecución y discriminación, especialmente en Irak", en donde el pasado 31 de octubre 58 personas fueron masacradas en un ataque perpetrado en la Catedral siro-católica de Bagdad.
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Benedicto XVI expresó su adhesión a "esta coral invocación al Dios de la vida y la paz, para que en todas las partes del mundo se asegure a todos la libertad religiosa. Soy cercano a estos hermanos y hermanas por el alto testimonio de fe que dan a Dios".