El Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, señaló que la ordenación episcopal del P. Joseph Guo Jincai en China, programada para este sábado 20 de noviembre, no cuenta con la autorización del Papa. Asimismo consideró que el gobierno chino al obligar a otros obispos a asistir a este evento esta violentando la libertad religiosa y de conciencia.

En declaraciones dadas a conocer por la mencionada Oficina de Prensa, el P. Lombardi indicó que la Santa Sede "está preocupada por los informes procedentes de China continental que afirman que diversos obispos en comunión con el Papa han sido obligados por funcionarios del gobierno a asistir a una ordenación episcopal ilícita en Chengde, al noreste de Hebei, que estaría programada hacia el 20 de noviembre".

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El vocero vaticano advirtió que "si dichos informes son ciertos, la Santa Sede consideraría acciones como esas una grave violación de la libertad religiosa y de la libertad de conciencia".

El sacerdote jesuita dijo que "también se consideraría esa ordenación como ilícita y perjudicial para las relaciones constructivas que se han venido desarrollando en los últimos tiempos entre la República Popular China y la Santa Sede".

Finalmente el P. Lombardi precisó que "la Santa Sede confirma que el P. Joseph Guo Jincai no ha recibido la aprobación del Santo Padre para ser ordenado obispo de la Iglesia Católica".

La Santa Sede, concluyó, está "interesada en desarrollar relaciones positivas con China" y por eso "ha contactado a las autoridades chinas competentes en esta materia y ha dejado clara su posición".

China permite el culto católico únicamente a la Asociación Patriótica Católica China, subalterna del Partido Comunista de China, y rechaza la autoridad del Vaticano. La Iglesia Católica, fiel al Papa y clandestina en China, es perseguida permanentemente.

Las relaciones diplomáticas entre China y el Vaticano se rompieron en 1951, dos años después de la llegada al poder de los comunistas que expulsaron a los clérigos extranjeros.