En su saludo a los fieles luego de su habitual catequesis en la Audiencia General, el Papa Benedicto XVI se dirigió a un grupo de peregrinos italianos a quienes recordó el mensaje de fe, alegría y esperanza del querido Juan Pablo II ante las tragedias como la del terremoto ocurrido en el sur de Italia hace 30 años.
En su saludo a un grupo de peregrinos de la región de la Basilicata, a quienes acompañaban los obispos, sacerdotes y autoridades civiles de la zona, llegados a Roma para conmemorar el 30 aniversario del terremoto que devastó las provincias del Sur de Italia, el Santo Padre recordó la generosidad de mucha gente en este país cuando ocurrió esa tragedia:
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"En ese dramático evento, cuyas heridas son todavía profundas y están vivas en la mente y el corazón de estas queridas poblaciones llegaron de tantas partes de Italia ayudas generosas. En ámbito local, cada uno se empeñó en intervenir donde había necesidad", indicó.
Seguidamente el Papa resaltó la obra de la Iglesia Católica "que ofreció, además de la ayuda material, la luz de la esperanza de Cristo resucitado, en un momento de desconsuelo y oscuridad".
Finalmente expresó su deseo de que "el encuentro actual y el recuerdo de la visita paternal que efectuó en aquellos días el Siervo de Dios Juan Pablo II reavive en el pueblo cristiano el don de la fe y la alegría de compartirla en la gran familia de la Iglesia".