El presidente de la Comisión Episcopal de Familia, Infancia y Defensa de la Vida, Mons. José Antonio Eguren, pidió al Parlamento no despenalizar las relaciones sexuales consentidas y entre menores porque "se corre el enorme riesgo de convertir a nuestro país en un ‘paraíso sexual’ para turistas interesados en la prostitución infantil y juvenil".
En un comunicado, el también Arzobispo de Piura calificó este proyecto de "un absurdo y un despropósito". "Las estadísticas del Estado Peruano indican que menos del 15% de los adolescentes llega a los 18 años de edad teniendo actividad sexual", señaló Mons. Eguren, rechazando de esta manera las declaraciones del presidente de la Comisión parlamentaria de Justicia, Rolando Sousa, que dijo que este porcentaje asciende a 39,7 por ciento.
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"¿Qué queremos? ¿Qué este número se incremente? ¿Queremos que las relaciones sexuales de los adolescentes aumenten y así se eleve el número de embarazos en nuestras jóvenes?", preguntó el Prelado.
Mons. Eguren señaló que de aprobarse este proyecto de ley "se estaría dando licencia a personas inescrupulosas que se pueden aprovechar de menores de edad que no se encuentran suficientemente maduros para comprender la magnitud de su sexualidad y perpetrar con el apoyo de la ley actos de seducción que siempre son censurables".
"En países de costumbres más liberales que el nuestro las relaciones con menores de edad son un delito imprescriptible y severamente sancionado. Apelo al buen criterio de nuestros legisladores para que no se apruebe este proyecto de ley y más bien se dicten medidas de protección y promoción a la juventud y a la familia", expresó.
Entrega de preservativos
En su comunicado, Mons. Eguren también lamentó que el Ministerio de Salud impulse una distribución masiva de preservativos con el apoyo de la USAID, "pues con ello alienta el ejercicio irresponsable de la sexualidad, sobre todo entre nuestros jóvenes". El Arzobispo llamó a rechazar estas políticas que banalizan la sexualidad humana.
"La sexualidad no puede reducirse a la mera genitalidad, a un acto sexual irresponsable, separado completamente de su intención procreadora y de su lugar natural y propio que es el matrimonio", indicó.
Asimismo, recordó que está científicamente demostrado que el preservativo no ha frenado el incremento del SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual.
"El medio más seguro -avalado por la ciencia- para prevenir la difusión de la infección es la abstinencia de relaciones sexuales hasta el matrimonio y luego vivir la fidelidad conyugal. El binomio abstinencia-fidelidad sí es 100% seguro, y ya se ha demostrado como una verdad salvadora para otros países que han visto caer sus tasas de infección clamorosamente; por ello se debe promocionar y difundir masivamente", explicó.
El Arzobispo también recordó que el uso del preservativo es "moralmente inaceptable porque va contra la dignidad de la persona humana y el correcto enfoque de la sexualidad".