El Obispo de Guarulhos, Mons. Luiz Gonzaga Bergonzini, llamó a los brasileños a continuar la defensa de la vida de los nacidos durante el nuevo gobierno del Partido de los Trabajadores (PT), y la Presidenta Dilma Rousseff; para evitar la legalización del aborto.
El Prelado, uno de los más severos críticos de la postura anti-vida del PT, advirtió en una reciente carta que existe desde hace años un proyecto de ley para despenalizar el aborto y que es defendido por partidos y políticos. El aborto, señaló, es un problema nacional y un asesinato. "Ninguna ley, ningún plebiscito, ningún partido, ningún grupo de personas puede decidir quién va a morir y quién va a nacer", expresó.
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Mons. Gonzaga también defendió el papel desempeñado por el Movimiento en Defensa de la Vida durante las elecciones. "Mucha gente confundió la acción pastoral con política. Defender la vida, contra la cultura de la muerte, no es política", afirmó.
En ese sentido, se refirió a la advertencia del Papa Benedicto XVI sobre el relativismo y recordó que el cristiano no puede "relativizar y aprobar actitudes y acciones que son contrarios a su fe y la Doctrina Cristiana", como es el aborto.
El obispo también recordó que fue víctima de la acusación que Rousseff y su coalición presentaron ante el Tribunal Superior Electoral de Brasilia, afirmando que había falsificado el documento de la CNBB-Regional SUR-1. "Imagine un Obispo falsificando un documento firmado por otros tres Obispos. Yo y la Iglesia Católica fuimos víctimas del embuste y de la violación de los derechos constitucionales", expresó.
"La defensa presentada por los abogados de la Diócesis de Guarulhos muestra como los derechos de la Iglesia Católica fueron violados. El Ministerio Público Electoral Federal también entendió que los derechos de la Iglesia Católica fueron violados", añadió.
Mons. Gonzaga afirmó que "la vida es el bien más grande que tenemos. Dios nos dio la vida y solo Él nos la puede quitar. Dad a César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios. La vida humana pertenece a Dios. El ser humano y sus leyes terrenas no pueden alterar eso".
En su carta, el Prelado hizo un recuento del avance antivida y recordó que, entre otras cosas, luego de la primera vuelta electoral el Gobierno del PT afirmó que continuará por el camino de la liberalización del aborto tal como señala el Consenso de Brasilia, que quiere extender esta práctica para todo el continente.
"Los católicos que votaron en ese proyecto serán responsables, con los elegidos por ellos que apoyan el aborto, por las muertes de los niños indefensos que son retirados de los úteros de sus madres y echados en la desagüe, cual si fuesen despojos", advirtió.
Finalmente, Mons. Gonzaga reafirmó su fidelidad a Cristo, a la Iglesia y al Papa, y señaló que "mantendré la lucha por la vida de los indefensos, contra la cultura de la muerte que quieren implantar en Brasil y en América Latina".
"La campaña en favor de la vida, que se inició hace mucho tiempo, va a seguir", afirmó.