El Arzobispo de Barcelona, Cardenal Lluíz Martínez Sistach, destacó la importancia de la visita que el Papa Benedicto XVI realizó a España y llamó a los fieles reflexionar y poner en práctica los mensajes dejados por el Santo Padre, ya que "así lo exige la calidad de una visita considerada por muchos como histórica de verdad".
"Ha sido un verdadero don de Dios. Pienso que se ha cumplido el objetivo principal de los viajes apostólicos del Santo Padre: confirmarnos en la fe y animarnos a revitalizar nuestra identidad cristiana", afirmó el Purpurado en su carta dominical.
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El Arzobispo dijo que la confirmación de la fe cristiana es "una invitación a tomar mayor conciencia de lo que es la Iglesia diocesana". "Cada Iglesia local es un santuario vivo, un grupo de personas que en la confesión de la fe visibilizan la presencia de Cristo en medio de los hombres", añadió.
Por ello, dijo que la presencia del Santo Padre "manifiesta que nuestra Iglesia no es una Iglesia aislada, solitaria, autosuficiente, sino que es una Iglesia en comunión católica y apostólica; el pastor diocesano es de verdad un miembro del Colegio episcopal, en comunión con la cabeza, el obispo de Roma y sucesor del apóstol Pedro".
Asimismo, tras destacar la especial estima que Benedicto XVI tiene por Barcelona, el Purpurado agradeció a los fieles por la acogida brindada al Santo Padre a su llegada y partida, así como durante su traslado al templo de la Sagrada Familia y durante la noche del sábado, donde se pudo experimentar el entusiasmo de los jóvenes.
En ese sentido, el Cardenal Martínez Sistach reveló que "en el curso del almuerzo en la sede del arzobispado (el Papa) me dirigió esta frase, refiriéndose a la dedicación de la Sagrada Familia: ‘Ha sido una celebración que nunca olvidaré’".
"Hemos acogido muy bien al Santo Padre. Y deseo dar las gracias a todos los que han colaborado de muchas y variadas maneras. Démosle gracias a Dios. Y dispongámonos a continuar trabajando al servicio de Dios y de nuestra sociedad. La visita, como decimos en lenguaje coloquial, ‘no ha de quedar en fuego de artificios’", señaló.