El Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, recordó que la investigación sobre las células estaminales debe respetar siempre la dignidad del hombre y evitar la eliminación de vidas humanas, al abogar por un ejercicio de la medicina que defienda a cada persona desde la concepción.
En la apertura del congreso "Las células estaminales cerebrales para la cura de las enfermedades neurodegenerativas: Los desarrollos de la investigación" promovido por la Fundación Casa de Alivio del Sufrimiento – Obra de San Pío de Pietrelcina, el Cardenal pidió a los participantes "llenar de significado ético todo proceso de desarrollo de sus estructuras en sus programas de investigación".
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El Secretario de Estado resaltó que "la ciencia puede contribuir mucho a la humanización del mundo y la humanidad. Sin embargo también puede destruir al hombre y el mundo, si no está orientada por fuerzas que se encuentran fuera de ella. No es la ciencia la que redime al hombre, sino que es el hombre el redimido por el amor".
El Cardenal Bertone señaló luego que "el objetivo primario de cualquier estructura sanitaria pública o privada es que aspire a la excelencia" y está en "transferir los resultados de las investigaciones científicas directamente al lecho del enfermo, considerando las didáctica y la formación como fases insustituibles en todo proceso de diagnosis y cura".
Esa dirección, prosiguió, "debe encontrar sólidas bases en la visión integral de la persona, en el respeto de su dignidad y de las necesidades asistenciales, espirituales y relacionales".
Tras recordar que para el Santo Padre Pío de Pietrelcina la dimensión espiritual de las personas promueve las virtudes de quienes sirven directa o indirectamente a los enfermos, el Cardenal destacó que la cura de los que sufren es expresión "del amor de Dios, mediante el reclamo de la caridad" que "no debe estar colocada solamente en la base de todo itinerario espiritual, sino que debe orientar las opciones de los creyentes y de las entidades de inspiración cristiana".
La doctrina católica alienta la investigación con células estaminales obtenidas de personas adultas o de otras fuentes que no supongan la eliminación de un ser humano, como las que se obtienen, por ejemplo, de cordones umbilicales de niños recién nacidos.
Rechaza en cambio la investigación con las células estaminales que provienen de embriones humanos, porque implican su eliminación, es decir, un aborto. Por lo demás, mientras el uso de células no embrionales ha mostrado importantes resultados científicos, las que suponen el aborto han fracasado repetidamente.