El Papa Benedicto XVI ha aterrizado esta sábado por la noche en Barcelona procedente de Santiago de Compostela, en la que es la segunda escala en su viaje oficial a España, cuyo punto culminante será la dedicación al culto de la Sagrada Familia.
El Pontífice ha aterrizado en el Aeropuerto de El Prat poco después de las nueve de la noche, donde ha sido recibido por el presidente de la Generalitat, José Montilla, el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, y el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, entre otras autoridades.
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Con rostro risueño, aunque algo cansado, el Papa ha saludado a los asistentes al bajar de las escalerillas del avión, un Airbus A321 de Iberia denominado 'Delta del Llobregat', que ha cubierto el trayecto en una hora y cuarto.
El Papa ha compartido viaje con el cardenal-arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, y el presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio Rouco Varela.
Tras recibir los honores de jefe de Estado, el Papa se ha dirigido en un coche cubierto y blindado al Palacio Arzobispal de Barcelona, con una veintena de vehículos de su comitiva oficial que trasladaba a la curia.
Dos autobuses de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) y un minibús han trasladado al medio centenar de periodistas que acompañan al Papa desde su salida de Roma este sábado por la mañana.
Benedicto XVI cenará en el palacio arzobispal productos típicos de Cataluña como la 'escudella y carn d'olla' (cocido catalán) y 'panellets' (dulces de Todos los Santos).
El Pontífice oficiará este domingo una misa en la Sagrada Familia para dedicarla al culto. Esta es la segunda visita de un obispo de Roma a Barcelona, tras la de Juan Pablo II en 1982.