Los Obispos de Paraguay dieron a conocer un pronunciamiento en el que solicitan un adecuado marco ético, que respete las diferencias naturales de la sexualidad humana que distingue al varón de la mujer y que no atente contra las familias ni la cultura o la historia del país; rechazando así la ideología de género, en referencia al plan de educación sexual presentado por el Ministerio de Educación en septiembre.
En el texto que aparece tras la presentación del "Marco rector pedagógico para la educación integral de la sexualidad", los obispos consideran que si bien la intención del plan del gobierno es buena, "nos parece que contiene algunas ambigüedades, inconsistencias y contradicciones en sus fundamentos filosóficos, antropológicos y culturales, que pueden causar inquietud al pensamiento cultural paraguayo, que ha sustentado nuestra historia y nuestras familias".
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"Consideramos que el documento se presenta como pluralista y democrático, pero oculta algunos puntos de vista, especialmente los que provienen de las confesiones religiosas. Critica la historia de una visión moralista de la sexualidad o de una meramente informativa pero no habla de las limitaciones de su propio punto de vista".
Los Obispos de Paraguay señalan luego que "un punto fundamental de debate es el estatus que se le da (o no) a la diferencia sexual. Creemos que el sexo define una identidad psico-sexual, una dimensión muy importante de la identidad. El documento lo toma como un hecho biológico sobre el cual luego se montan estructuras culturales relativas desde un punto de vista existencial y experiencial queriendo así rechazar el dato de la naturaleza", perspectiva propia de la ideología de género que diversos organismos internacionales pretenden imponer en la región.
Los prelados indican también que "la diferencia de sexo (Varón-Mujer), símbolo de todas las otras diferencias, debe quedar en el centro de nuestros valores sociales, que debe ser promovida y protegida. Olvidarla, ocultarla, minimizarla es promover un sexo sin verdadera sexualidad".
Por ello solicitan un mayor debate y una mayor reflexión en el Marco Rector, recordando que la Iglesia Católica "servidora de la humanidad, quiere seguir ofreciendo su Doctrina Social referente a la familia y a la sexualidad al proceso de participación y elaboración del Marco Rector".