El Arzobispo de Sao Paulo, Cardenal Odilo Scherer, explicó a los brasileños que el aborto no es un derecho humano y que el único derecho a ser reconocido es el de la vida de todo ser humano desde el momento mismo de la concepción.
En un artículo publicado este miércoles, el Cardenal Scherer recuerda que este mes la Iglesia en Brasil celebra la Semana por la Vida como una "manifestación de alerta ante todo desprecio, irrespeto y agresión contra la vida humana", especialmente ante el aborto provocado que acaba con "vidas inocentes e indefensas".
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El Arzobispo advierte que "¡existen proyectos de ley en el Congreso Nacional para legalizar la práctica del aborto! También hay quieren pretenden que eso es un derecho humano. ¿Acabar con la vida de seres humanos inocentes e indefensos es un derecho humano? Para camuflar la realidad hablan de ‘despenalización’ o ‘descriminalización’ de aborto, ‘interrupción del embarazo’ o ‘parto anticipado’. El objetivo es siempre el mismo: legalizar la supresión de la vida de seres humanos e indefensos".
El Cardenal Scherer recuerda que estos grupos de presión también promueven la píldora del día siguiente que "puede ser abortiva si es que ya hubo fecundación luego de una relación sexual. Dicen que es inocua… pero en la discusión sobre el inicio de la vida humana, ¿alguien de verdad tiene alguna duda seria?"
Ante el argumento de quienes defienden el aborto como el derecho de la mujer "a decidir sobre su cuerpo", el Cardenal recuerda que "el bebé que portan en el útero no es parte de su cuerpo, sino que es otro cuerpo, distinto a ella, mejor dicho, es otro ser humano, distinto a ella. La naturaleza de la mujer la recibió de Dios: la bella y gratificante misión de concebir y acoger la vida humana, de hacerla vivir en el mundo, de amparar y proteger esta vida frágil y linda".
"Evidentemente –prosigue– al rechazar el aborto no queremos a toda costa que se castigue a las mujeres que, por alguna razón, lo practican. La protección legal ante la práctica del aborto no es vista como castigo, sino como protección del derecho a la vida".
Por ello, cuestiona, "¿cómo proteger la vida naciente y asegurar el primero de todos los derechos humanos si el aborto fuese legalizado? El Estado no puede ser laxo en hacer cumplir la ley existente, sobre todo contra las clínicas clandestinas (ni tan clandestinas) que exploran el mercado del aborto".
Tras explicar que ante el aborto es necesaria una política que promueva una recta educación sexual entre los jóvenes, el Cardenal pide al Estado impulsar medidas que permitan a las mujeres embarazadas y a sus hijos vivir con dignidad y seguridad.
El Arzobispo de Sao Paulo alentó a los parlamentarios a retomar la discusión sobre el "Estatuto del Nascituro", una ley que protegería el derecho a la vida de los no nacidos desde el momento de la concepción, en el marco del respeto a la Constitución Nacional, el Código Penal, el Código Civil, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y diversos tratados firmados por Brasil como el Pacto de San José.