Los abogados del Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, Arzobispo de Guadalajara, explicaron que el Purpurado actuó en "ejercicio de su libertad y en cumplimiento de sus obligaciones pastorales" cuando opinó sobre las acciones del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, ante la legalización de la adopción de menores por parejas homosexuales.
En la respuesta a la demanda por daño moral que Ebrard interpuso contra el Cardenal Sandoval el pasado 18 de septiembre, los abogados precisan que el Pastor "ha levantado la voz y expresado constantemente su desacuerdo con cualquier norma jurídica, que contribuya a la desintegración de la familia y al perjuicio de la infancia".
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En el expediente presentado ante el Poder Judicial, los abogados argumentan que el "posible" daño moral contra Ebrard es responsabilidad de los medios de comunicación, pues el Purpurado no acusó al gobernante de sobornar a magistrados para dar curso a las adopciones homosexuales como cubrieron algunos medios.
La respuesta alude a la palabra "maicear" usada por el Arzobispo para referirse a la relación entre Ebrard y los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Sobre este término, los abogados sostienen que "no es un concepto jurídico ni tampoco una palabra que amerite una sola interpretación, es una expresión de origen popular y por lo tanto encuentra tantas interpretaciones como personas que la empleen, o tantas interpretaciones como las que le den los receptores de esa expresión".
Asimismo, los abogados explican que "el legislador y en este caso quien promulgó la ley, debe considerar que la normas jurídicas deben ser justas y congruentes con el derecho natural".