Con una Misa presidida por Monseñor José Antonio Eguren, Arzobispo de Piura, se inauguró el domingo 10 de octubre la 23° Convención Nacional de Educación Católica que lleva por nombre "Calidad Educativa y Formativa en la Escuela Católica".
En el evento, que se realizará en el Coliseo Salesiano Don Bosco de Piura hasta el 13 de octubre, participan más de tres mil profesores de todo el país e invitados especiales de México y Chile.
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En su homilía Mons. Eguren se refirió a la curación de los diez leprosos que narra el Evangelio de San Lucas y destacó la necesidad de ser agradecidos, especialmente ante las manifestaciones del amor de Dios. El Prelado comparó el amor infinito de Dios con la misión de los educadores de "llevar la experiencia de ese amor gratuito a sus alumnos para que se fortalezca la fe y nos lleve a poner al Señor Jesús en el centro de nuestras vidas porque sin Él poco o nada somos".
Al referirse a la misión de la educación, Mons. Eguren explicó que "la tarea de la educación es la formación de la personalidad humana, y para ello tenemos que encaminar a nuestros alumnos hacia un crecimiento integral que supone ayudarlos en su relación con el mundo, con los demás, pero principalmente en su encuentro con Dios".
"La persona humana llega a serlo de manera plena en la relación con Dios. Y sabemos que Dios tiene un nombre y tiene un rostro: Jesús de Nazaret. Por eso la educación católica proclama que la persona humana no tiene sentido fuera de Cristo" dijo el Prelado.
Más adelante el Arzobispo recordó que "la educación no sólo es instruir, sino que también es llevar a los alumnos a que participen de ese encuentro con Dios, para que participen de la Verdad y del Amor. Es lo que ha pedido el Papa Benedicto XVI en su reciente viaje a Inglaterra: acentuar la dimensión trascendente de la educación, es decir, la educación católica no sólo debe presentar a Jesús a los alumnos, sino que debe ser un medio que les permita encontrarse con Él".
Finalmente, el Prelado recordó a los presentes la importancia del rezo del Rosario como la oración más querida por la Madre de Dios y que conduce directamente a Cristo. "En esto el Consorcio de Centros Educativos Católicos del Perú puede hacer muchísimo, para que el Rosario sea rezado en familia y los jóvenes lo tomen con confianza en sus manos, para que esta oración nos impulse a la santidad y nos lleva a la configuración con Cristo" concluyó.