En su visita a la localidad piurana de Sechura, el Nuncio Apostólico en el Perú, Mons. Bruno Musaró, coronó la imagen de la Virgen de los Pobres. En su homilía de la Misa que presidió en esta ocasión, el Prelado señaló que Santa María ayuda a los fieles a conocer los misterios de Jesucristo, de manera especial a través del rezo del Santo Rosario.
En el día en que la Iglesia celebra la Fiesta de la Virgen del Rosario, 7 de octubre, Mons. Musaró presidió la Misa concelebrada por el Arzobispo de Piura y Tumbes, Mons. José Antonio Eguren; y el P. Jorge Dedios, párroco de San Martín de Tours.
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En su homilía, el Nuncio Apostólico dijo que la devoción a la Virgen de los Pobres conduce a todos sus devotos a "acercarse más a Jesús y los ayuda a cambiar sus corazones, les da fuerza a los padres y madres para criar a sus hijos con alegría, pureza a los jóvenes y la fortaleza para ser mejores personas, a los niños el gozo de ser amados, a los ancianos la seguridad de ser respetados y valorados".
Mons. Musaró recordó que la Virgen de los Pobres en una de sus últimas apariciones en Bélgica a comienzos del siglo XX dijo: "’Yo soy la Madre del Salvador, la Madre de Dios’. Así –dijo el Nuncio– la Madre de Jesús nos conduce y nos ayuda a reconciliarlos con Dios Padre. María nos asiste, intercede por cada uno de nosotros para ayudarnos a alcanzar la salvación".
"La Virgen de los Pobres nos ayuda a redescubrir el Santo Rosario como oración sencilla, pero profunda. Nos invita a conocer los misterios de Jesucristo y a conocer a María como Madre de Él y Madre nuestra, coronada en el cielo como Reina de todo lo creado. Que esta imagen nos recuerde y nos lleve a profundizar en el corazón de nuestra Madre María y les siga inspirando a ‘hacer lo que Jesús les diga’", concluyó.
Luego de la homilía el Nuncio Apostólico del Perú procedió a Coronar y a bendecir a la Virgen de los Pobres. Finalizada la Santa Misa los fieles participaron en la procesión por las principales calles de Sechura con esta venerada imagen mariana.
La advocación
La devoción a la Virgen de los Pobres fue aprobada por la Santa Sede en 1949 al constatar sus apariciones a una niña de 11 años en la localidad de Banneux, en Bélgica. La devoción llega a Perú gracias a Frau Rosemarie de la Comunidad de las Madres Benedictinas del Monasterio Sagrado Corazón de Sechura, quien de visita en Bélgica en 1985 y para conmemorar la venida al Perú del entonces Papa Juan Pablo II, envía una imagen de esta advocación a Sechura para que sea instalada en la Plazuela que lleva el nombre del recordado Pontífice.
Finalmente, la imagen de la Virgen de los Pobres fue bendecida en 1987, siendo venerada desde entonces por los fieles de Sechura.