En una reciente reflexión publicada en el sitio web de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Mons. José Luis Chávez Botello, Arzobispo de Antequera-Oaxaca, expresó su preocupación por la creciente marginación de la religión, especialmente del cristianismo, ya que algunos quieren silenciar su voz.
En su mensaje, titulado "La religión ¿Droga o fuente de superación integral?", el Arzobispo sostiene que "la religión auténtica, desde la vida y actividad de sus miembros en la sociedad, ofrece una contribución valiosa al desarrollo de una sana sociedad, al reconocimiento más pleno de la dignidad de toda persona, a la convivencia pacífica, a la justicia social y al compromiso por el bien común".
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Mons. Chávez Botello recordó cómo la historia ha comprobado que la relegación de la religión sólo ha llevado a la destrucción de la sociedad. "Basta ver, desde estudios serios y críticos, los frutos en las diferentes épocas y países donde la religión ha sido sofocada en sus expresiones y marginada de la vida social ¿Qué se logró?, solo retraso, desintegración, vacío de sentido y divisiones en la sociedad por muchos años. ¿A quiénes beneficia sofocar y marginar la religión?".
La religión, dice el Arzobispo, "impulsa a superarse personalmente, a ser mejores vecinos y ciudadanos; los creyentes están presentes dando la mano a personas marginadas o con otras necesidades. La religión tiene una función y una contribución vital e insustituible porque la religión da cimiento, sentido, dinamismo y finalidad de trascendencia a toda actividad humana, a las personas y a la misma sociedad".
Además recordó que la práctica, la religión da solidez a la vida personal, a la familia y a las relaciones interpersonales. "Esto se debe en gran parte a los valores que cultiva como la honestidad, la verdad, la unidad, la caridad, la justicia, la reconciliación y el perdón; valores que, asimilados en la manera de vivir, impulsan a fortalecer la vida y la familia, a ser más responsables, a comprometerse más por la justicia y la paz, a afrontar los conflictos de manera constructiva", señaló.
Finalmente el Prelado dijo que "la religión auténtica nunca es droga sino fuente de superación integral. No olvidemos que se debió principalmente a los cristianos impregnar el fermento evangélico para reconocer la dignidad humana, para abolir la esclavitud, para atender de manera más estable a enfermos y huérfanos con la creación de hospitales y orfanatorios; también se debe a la religión cristiana, especialmente en nuestro continente, el origen e impulso de las escuelas y universidades, de escuelas de artes y oficios".