El Obispo de Lomas de Zamora, Mons. Jorge Lugones, expresó durante la Asamblea Diocesana de Laicos, la necesidad de más católicos comprometidos con la promoción de la persona y el bien común en la sociedad.
El Prelado indicó que existe un desajuste entre el poder público –local, regional, nacional- y la sociedad. Señaló que esta realidad es preocupante porque la gente no se siente interpretada ni representada. "La crisis de las instituciones viene de lejos: es crisis de sentido, de proyectos que no tienen prospectiva de país", afirmó.
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Mons. Lugones dijo que esta situación exige "la presencia más directa y específica del laico cristiano", por ello pidió a los dirigentes abrir el corazón y las comunidades a otros laicos, para mostrar así al mundo "un ‘rostro de Iglesia local’: creíble por su cercanía, abierta por su hospitalidad y testimonial, por su espíritu de sacrificio".
El Obispo se refirió también al "desafío del acompañamiento de la Iglesia como parte de la sociedad". Dijo que "ante los excluidos y la inequidad social que genera la marginación, necesitamos fortalecer el trabajo en conjunto, en red con todas las organizaciones sociales-culturales y religiosas del medio. Deseamos ser artesanos del diálogo, evitando el individualismo".
"La crisis de autoridad y del entramado social (individualismo) también crea obstáculos en la Iglesia. La experiencia de una forma de vida que ‘desborda’ con sus exigencias y que no se logra adecuar a los requerimientos de una forma de vida con tiempos y espacios más humanos, quita fuerzas y posibilidades para ‘estar en las cosas del Padre’ y participar en grupos sociales y/o eclesiales", advirtió.
Mons. Lugones reiteró su llamado a la santidad porque ella es fundamental para "la eficacia social de la acción del laico en el mundo.