Una joven somalí de 28 años que se encuentra en coma por un tumor y que podría ser declarada con muerte cerebral, dio a luz este martes a una bebé de 800 gramos de peso, que se encuentra en buenas condiciones en el Hospital Santa Ana de Turín, en Italia. Para el padre, su niña es "un milagro viviente".
La pequeña Idil, el mismo nombre que su madre, nació prematuramente a las 28 semanas de gestación después de que los médicos decidieran practicarle a la madre una cesárea debido a un notable empeoramiento de las condiciones en las que se encontraba.
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"Esta mañana hemos decidido, de acuerdo con los reanimadores que había llegado el momento de practicar la cesárea. El riesgo era mayor si el feto permanecía dentro del útero que si llevábamos a cabo el parto", afirmó Tullia Todros, directora del departamento de obstetricia e neonatología del citado hospital.
"La niña ha nacido bien, ha tenido una cesárea veloz que ha durado cerca de 10 minutos. Es pequeña, pero vivaz, cuando nació tuvo un buen puntaje de Apgar", la medición que se hace a los recién nacidos de acuerdo a sus signos vitales. La doctora dijo también que con esta bebé que está ahora en cuidados intensivos neonatales, como todo niño prematuro, "es necesario ser muy cautos y esperar los próximos días".
El padre, Issa, quien estuvo acompañado por un intérprete ya que no habla italiano, había solicitado que la intervención se realizara con anestesia total para evitar cualquier posible sufrimiento de la madre. Tras el alumbramiento, dijo a una cadena de televisión: "¿Qué le voy a decir a mi familia cuando (Idil) sea grande? ¡Que es un milagro viviente!".
Los médicos deben decidir ahora sobre la situación de la madre, que desde el pasado mes de julio se encuentra en estado de coma irreversible. Está previsto que sea sometida a varias pruebas, entre ellas un electroencefalograma para verificar si hay una muerte cerebral antes de decidir si se desconectan las máquinas que la mantienen con vida.
Issa también comentó que le hubiera gustado que su hijo mayor de nueve años hubiera llegado a Turín para despedirse de su mamá "que será sepultada según el rito musulmán porque, por la difícil situación que tenemos en Somalia ni siquiera se puede pensar en llevarla a casa".
El caso de Idil, cuyo nombre significa "belleza y perfección del ser", no es el único acontecido en Italia durante los últimos años. En mayo, en Bérgamo nació a las 33 semanas de gestación Gaia, una pequeña cuya madre estaba en coma por cuatro meses.