El director general de comunicación social del Arzobispado de México, Padre Hugo Valdemar, indicó que el Partido de la Revolución Democrática y el Gobierno del Distrito Federal son los responsables de la discriminación contra los homosexuales por haber legalizado las uniones entre personas del mismo sexo contra el sentir mayoritario de la población.
En una entrevista concedida al Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME), el sacerdote se pronunció sobre el dictamen de la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) que niega que el sacerdote y el Cardenal Norberto Rivera hayan dado declaraciones discriminatorias hacia las personas homosexuales, pero acusa al Cardenal Juan Sandoval de esta conducta.
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"Me parece que es un dictamen poco afortunado, parcial e injusto, pues la discriminación a los homosexuales se le quiere adjudicar a una expresión aislada cuando en realidad ha sido producto de una serie de acciones legaloides que lo único que han logrado es despertar en la sociedad un preocupante clima homofóbico", denunció.
El sacerdote consideró que si la CONAPRED quería ser imparcial, "debió censurar a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y al Sr. Marcelo Ebrard por promover y aprobar leyes irresponsables que, lejos de alcanzar un consenso social, han dividido y polarizado a la ciudadanía".
El vocero citó una encuesta publicada por el diario Reforma según la cual "el 64 por ciento de la población está en contra de los mal llamados matrimonios entre homosexuales, y todavía es más revelador el dato que arroja esa misma encuesta en el sentido de que el rechazo a estas uniones ha crecido en un 11 por ciento a partir del 2007, año en que el PRD y el Sr. Ebrard comenzaron a promover esta serie de reformas. Esto deja claro que han sido ellos -y no el cardenal Sandoval Íñiguez- los responsables del encono social contra las personas homosexuales".
Para el Padre Valdemar "al promover y al aprobar irresponsablemente estas leyes han provocado el encono y la división social. Nuestra sociedad mexicana está fundada en el valor de la familia, y estas leyes perredistas no hacen más que agredir a las familias tradicionales y lastiman sus valores, lo cual provoca que se sientan amenazadas y se defiendan de aquello que saben nos llevará a la ruina social".
"Ante la amenaza, las personas reaccionan muchas veces de una forma inadecuada, con violencia, con odio o discriminando, como por desgracia está sucediendo. La Iglesia observa con tristeza el crecimiento de actitudes negativas hacia las personas homosexuales que, más allá de sus preferencias homosexuales, merecen todo el respeto", agregó.