El Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani, pidió dar a la familia la importancia que merece y también exhortó a los peruanos a que en las elecciones del próximo domingo tengan en cuenta los principios, valores y el respeto a la verdad.
Durante su programa radial Diálogo de Fe, el Purpurado dijo que el gran desafío de la democracia es tener claros los principios y valores que todos aceptan a modo de convención, respetando la verdad.
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"Por ejemplo: no se puede matar y el aborto es muerte; que todo el mundo tiene derecho a caminar por la calles y vivir en paz; que no se puede buscar la violencia para algún tipo de beneficio; que quien abuse de la justicia va preso; que todo el mundo tiene derecho a una información razonablemente verificada. Tenemos un deber con la gente que tiene menos y si buscamos con un acuerdo en valores será fácil", señaló.
En ese sentido, expresó su deseo de que "ojalá haya una buena elección (municipal y regional), pero me parece que tenemos que dar un poquito más de ejemplo, respetemos la verdad. No podemos convivir en un ambiente de permanente mentira. Veo déficit de verdad en relaciones personales, familiares, económicas, políticas en una cultura de sacar ventaja".
El Cardenal también pidió a los peruanos dar más tiempo a las relaciones familiares. Afirmó que el problema del orden en el país se soluciona desde el hogar y en el proceso educativo. "Con la verdad, que viene de Cristo, las cosas se arreglan. Ya es hora que triunfe la verdad y honradez", reflexionó.
Asimismo, recordó a los laicos su papel en el ámbito público. "Los laicos desde el bautismo forman parte de la Iglesia de Dios y están llamados al anuncio de la Palabra de Dios, y en todos los temas opinables: político, académico, periodístico, el laico es el llamado según su conciencia, a dar a conocer con su palabra y ejemplo que Dios se ha hecho hombre".
Recordó que "la religión es esa presencia de Dios en cada uno de nosotros, que constantemente genera un deseo de amistad con Dios, que lo encuentro en los sacramentos y también en mi esposa, mis hijos, el trabajo, la cultura. Esa religión sí me puede decir: mentir hace daño, abusar de tus influencias hace daño, si te callas estás siendo cómplice con tu silencio".