El Cardenal Ennio Antonelli, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, presentó este mediodía en la Oficina de Prensa de la Santa Sede la Carta del Papa Benedicto XVI para el VII Encuentro Mundial de las Familias Milán 2012, en la que el Santo Padre hace una reflexión sobre el tema del mismo "La familia: el trabajo y la fiesta".
"El trabajo y la fiesta –escribe el Papa en la carta– están íntimamente relacionados con la vida de las familias: afectan las decisiones, tienen influencia en las relaciones entre los cónyuges y entre padres e hijos, inciden en la relación entre la familia y la sociedad y la Iglesia".
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El Santo Padre resalta que "hoy en día, por desgracia, la organización del trabajo, diseñada y puesta en práctica en función de la competencia del mercado y de la ganancia máxima, y el concepto de la fiesta como oportunidad para la evasión y el consumo, contribuyen a la disgregación de la familia y la comunidad y a difundir un estilo de vida individualista".
"Por eso –continúa–, es necesario promover una reflexión y un compromiso para conciliar las exigencias y los tiempos del trabajo con los de la familia y a recuperar el verdadero sentido de la fiesta, especialmente del domingo, pascua semanal, día del Señor y día del hombre, día de la familia, de la comunidad y de la solidaridad".
El Papa escribe que "el próximo Encuentro Mundial de las Familias es una ocasión privilegiada para volver a plantear el trabajo y la fiesta en la perspectiva de una familia unida y abierta a la vida, bien integrada en la sociedad y en la Iglesia, atenta a la calidad de las relaciones y a la economía del núcleo familiar".
Seguidamente el Santo Padre expresa su deseo de que "ya en el año 2011, 30° aniversario de la exhortación apostólica ‘Familiaris consortio’" de Juan Pablo II, "’carta magna’ de la pastoral familiar, comience un itinerario con iniciativas a nivel parroquial, diocesano y nacional, con el fin de destacar las experiencias de trabajo y de fiesta en sus aspectos más reales y positivos, con especial hincapié en la incidencia sobre la experiencia de vida concreta de las familias".
Al final de la carta, el Santo Padre señala que el VII Encuentro Mundial, "al igual que los anteriores, durará cinco días y culminará el sábado por la noche con la ‘Fiesta de los testimonios’ y la mañana del domingo con la misa solemne. En estas dos celebraciones, que presidiré, nos reuniremos como ‘familia de familias’".
Comentando el tema de la carta, el Cardenal Antonelli se refirió a los problemas que afectan a la familia y advirtió que "se privatiza y se reduce a un lugar de afectos y de gratificación individual; no recibe el adecuado apoyo cultural, jurídico, económico y político; sufre el gravoso condicionamiento de dinámicas desintegradoras complejas, entre las que tienen una influencia significativa la organización del trabajo y el declive de la fiesta a "tiempo libre".
En este sentido, subrayó que el tema del Encuentro de Milán "puede suponer una importante contribución a la defensa y promoción de los valores humanos auténticos en el mundo actual, empezando por nuevos estilos de vida familiar".
En la rueda de prensa de presentación también participaron el Obispo Jean Laffitte, Mons. Carlos Simón Vázquez y el P. Gianfranco Grieco, respectivamente secretario, subsecretario y jefe de oficina del Pontificio Consejo para la Familia; el Obispo Auxiliar de Milán, Mons. Erminio De Scalzi, delegado del Cardenal Arzobispo Dionigi Tettamanzi para la organización del Encuentro y don Davide Milani, responsable de las comunicaciones sociales de esta arquidiócesis.