El Arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz, presidió la celebración del Tedeum por el Bicentenario de la independencia, donde llamó a los chilenos a seguir construyendo el país sobre la Palabra de Dios, porque ha sido la base para rechazar un nuevo colonialismo cultural e ideológico que quiso imponer el aborto.
"De nuestra parte, los Obispos y pastores presentes nos comprometemos a hacer cuanto nos incumbe, con nuestras palabras e iniciativas, para que Chile siga valorando el tesoro que recibió desde sus inicios, el Evangelio de Jesucristo", afirmó el Purpurado en presencia del Presidente de Chile, Sebastián Piñera, así como las autoridades y la población que asistió a la celebración Eucarística.
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El Arzobispo de Santiago hizo referencia a los valores cristianos que desde la llegada de los españoles fueron escribiendo la historia del país sudamericano, al que también contribuyeron las riquezas propias de las naciones aborígenes y de los migrantes que fueron arribando con el paso de los años.
"Ya en el año 1520 celebraron por primera vez la santa Misa en el Estrecho de Magallanes. Al poco tiempo los misioneros se internaron por parajes conocidos y desconocidos, con la sola fuerza de Cristo en el corazón. Precisamente el bautismo que administraban, sembró el germen de una nueva relación, que defendieron con pasión ante el poder de muchos conquistadores", recordó.
El Cardenal Errázuriz también agradeció a Dios porque en Chile, "optando nuevamente por nuestra independencia, al oponernos a nuevos colonialismos culturales e ideológicos, hemos defendido la vida que está por nacer".
Además destacó la solidaridad nacional con los 33 mineros atrapados, pero expresó su preocupación por "la huelga de hambre de nuestros hermanos mapuches, que puede dejar en ellos daños irreparables. De corazón les pedimos a ellos y a las autoridades restablecer las confianzas imprescindibles para que cese la huelga de hambre y se instaure un diálogo generoso y visionario".
El Arzobispo afirmó que la población valora a la familia y "a la persona como un bien de ilimitado valor anterior al Estado, nos ha conducido a luchar por el reconocimiento doctrinal y práctico de sus derechos humanos fundamentales".
"Gracias por la joven santa Teresita de los Andes y por san Alberto Hurtado, y por todos los santos cuyos nombres no conocemos, que pasaron por el mundo haciendo el bien. Sus corazones ardieron por la causa de Dios y de los más abandonados", añadió.
Durante la ceremonia, el Purpurado entregó al Presidente Sebastián Piñera el Evangelio de Chile, "escrito a mano por miles de chilenos, pensando en los próximos doscientos años".
"Así expresaron su compromiso de escribirlo en sus vidas, en sus proyectos y en sus corazones, para seguir construyendo nuestra Patria sobre la Roca de la Palabra de Dios, que da sólido fundamento y belleza a nuestra convivencia", expresó.
La homilía completa está en http://documentos.iglesia.cl/conf/doc_pdf.php?mod=documentos_sini&id=4013