El barco-capilla "Padre Werenfried" inició en Rusia un recorrido de más de tres mil kilómetros, desde la desembocadura del río Volga hasta Moscú, llevando las reliquias de santos y mártires que vivieron antes de la división introducida en la Iglesia por el Cisma de Oriente.
Peter Humeniuk, jefe de la sección rusa de Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS), dijo a un medio local que el viaje de este barco es "un catalizador del diálogo entre la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia Católica".
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El barco "Padre Werenfried" –nombre del fundador de AIS-, transporta las reliquias de San Juan Bautista, Santa Ana, el Apóstol Bartolomeo, los mártires San Esteban y San Lorenzo, San Jorge, San Juan Crisóstomo y San Cirilo, que evangelizó a los eslavos. Las reliquias son un regalo de la Santa Sede a la Iglesia Ruso-Ortodoxa. AIS informó que el Patriarca de Moscú y toda Rusia, S. E. Kiril, dio su bendición al viaje.
Antes de zarpar, se celebró una Misa en el puerto de Kirovskij, Volgogrado, presidida por el Metropolita de Volgogrado y Kamishin, S. E. Germán. También participó el primer secretario de la representación de la Santa Sede en la Federación Rusa, Mons. Visvaldas Kulbokas, quien entregó las reliquias.
Luego de recorrer diversos pueblos, el barco llegará a Moscú para pasar el invierno. En el interior de la nave se ha levantado una iglesia consagrada a San Vladimiro.