El Arzobispo de Arequipa, Mons. Javier del Río, recordó que en el hogar los hijos aprenden los valores humanos, y afirmó que la familia es un don tan grande, que Dios también quiso tener una en la Familia de Nazareth.
"Dios es el fundador de la familia y es algo tan grande y tan bueno que Él mismo quiso tener una, al encarnarse y vivir en la familia de Nazareth", expresó el Prelado al concluir la Misa por los cincuenta años de la presencia de las Hijas de María Auxiliadora (Salesianas), en Arequipa.
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En declaraciones a la prensa, Mons. Del Río exhortó a defender la institución familiar. "No dejemos que se destruya a través de los divorcios o minusvalorarla, pretendiendo equipararla a otro tipo de uniones que no responden a la verdadera naturaleza del matrimonio", expresó.
El Arzobispo indicó que los arequipeños deben reconocer a la familia como un don "donde los niños experimentan el amor, donde aprenden a amar y compartir. Es el lugar necesario para que un niño pueda desarrollarse de modo equilibrado. Al mismo tiempo es el lugar, donde los que ya somos adultos podamos experimentar el amor mutuo, la ayuda recíproca, la gratuidad en nuestras relaciones y de esa manera afrontar juntos las vicisitudes de la vida".
Previamente, durante la Eucaristía, el Prelado destacó la presencia de las religiosas salesianas y afirmó que con su labor recuerdan que la presencia de la mujer ha sido muy importante para que los apóstoles pudieran cumplir la misión que les encomendó Cristo.