La Agencia Fides informó que el Obispo de Multan, Mons. Andrew Francis, recorre diariamente cientos de kilómetros para poder llevar ayuda a los miles de afectados por las inundaciones en Pakistán.
El Prelado informó que "hoy nuestra tarea en esta terrible tragedia es mostrar el amor de Dios a todo ser humano independientemente de su religión, comunidad de pertenencia, estado social.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Cada día el Obispo recorre cientos de kilómetros para llevar ayuda humanitaria a los refugiados, apoyado por un equipo de Caritas local.
"Me muevo con el hábito y la Cruz de Obispo. Yo soy, ante todo, un sacerdote católico y mi presencia, en sí, expresa la cercanía y la solidaridad de toda la Iglesia Católica hacia los desplazados víctimas de las inundaciones. En ellos vemos a Jesucristo que, como dice el Evangelio, está desnudo, hambriento, sediento, y que nosotros debemos sanar".
Mons. Francis explicó que las operaciones de rescate y entrega de ayuda humanitaria -comida, agua, tiendas de campaña, medicamentos sobre todo- llegan al menos a 25 mil personas en siete distritos.
Sobre los destinatarios de la ayuda, el Obispo explicó a Fides que "salimos al encuentro de todos los necesitados, sin vacilación: muchos son hindúes, que en nuestra diócesis se han visto gravemente afectados por las inundaciones; hay pocas familias cristianas".
El Obispo informó que incluso han hemos prestado ayuda a musulmanes extremistas "por ejemplo, fui con la cruz de Obispo en torno al cuello, a las madrase, escuelas coránicas muy generalizadas en la diócesis de Multan. Como Obispo, he llevado ayuda humanitaria a Mullah conocidos por sus ideas bastante radicales. He sido bien recibido, valorado y me dieron las gracias".
El Obispo también ha organizado un encuentro interreligioso en la Catedral de Multan "para pedir junto a los líderes cristianos, musulmanes e hindúes la misericordia de Dios. La tragedia une en solidaridad a todas las comunidades religiosas".
Asimismo explicó que se presta especial atención hacia "los niños discapacitados y los afectados con síndrome de Down: sus familias están en gran dificultad. Los equipos de Caritas recorren las aldeas en busca de estas familias, que son los casos más desesperados".
El Obispo concluyó diciendo que "estoy feliz de ser cristiano en Pakistán, a pesar de las dificultades, incluso en esta tragedia. La misión de la Iglesia de hoy es acercarse al prójimo que sufre y ser signo del amor y la misericordia de Dios".