El Arzobispo de Barcelona, Cardenal Lluís Martínez Sistach, destacó la importancia histórica de la visita del Papa Benedicto XVI a esta ciudad, y afirmó que el Pontífice valora el templo de la Sagrada Familia porque “responde teológicamente y litúrgicamente a lo que ha de ser una iglesia”.
“Esta visita apostólica del Papa (a realzarse en noviembre), será un auténtico don de Dios, para confirmar nuestra fe, intensificar nuestra esperanza y urgir nuestro amor”, afirmó el Purpurado a Análisis Digital.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El Cardenal destacó la belleza arquitectónica de la iglesia de la Sagrada Familia –obra del Siervo de Dios Antonio Gaudí-, así como su riquísimo significado bíblico y catequético.
“El templo vacío ya impresiona a todos por su belleza, pero pienso que para contemplarlo en toda su plenitud hay que hacerlo en el ejercicio de su finalidad propia y específica: la celebración del culto litúrgico”, afirmó.
El Cardenal Martínez Sistach adelantó que el 7 de noviembre, día de la consagración, “será un evento histórico extraordinario, al cual están invitados todos”. “Vienen a mi memoria aquellas palabras de Benedicto XVI, ‘cuando la fe especialmente celebrada en la liturgia, se encuentra con el arte, se crea una sintonía profunda porque los dos pueden y quieren hablar de Dios, haciendo visible lo invisible’”.
En la entrevista, el Purpurado también se refirió al cristianismo de Antonio Gaudí, quien “tenía en su mesita de noche el libro ‘L’Année Liturgique’, de Dom Guéranger, Abad de Solesmes”.
En La Sagrada Familia, explicó, “influyó mucho la vida cristiana de este hombre de fe, de oración y de misa diaria”. “Pienso que esta coherencia entre la arquitectura y la vida cristiana de Gaudí ha sido muy valorada por el Santo Padre”, afirmó.
Por ello, invitó a los fieles a “rezar para que pronto podamos celebrar la beatificación del arquitecto de la Sagrada Familia, como laico cristiano y arquitecto para imitación de arquitectos y artistas cristianos”.
Con respecto a la invitación cursada al Santo Padre, el Cardenal recordó que el templo empezó a construirse en 1882 y consideró conveniente dedicarlo al culto “cuando el interior está plenamente terminado, aunque no lo esté todo lo exterior al templo. Y el interior del templo se completaba este año 2010”.
El Arzobispo también destacó el aporte de la Iglesia a la cultura de nuestro tiempo con “una obra artística de primerísima magnitud”; pero además, añadió que Benedicto XVI no solo valora la belleza arquitectónica y litúrgica de este templo, sino también su advocación de la Sagrada Familia de Nazaret, de gran importancia “para las familias de hoy que viven en medio de un ambiente cultural poco propicio para que sean siempre íntimas comunidades de vida y de amor”.