Al inaugurar el III Congreso Latinoamericano de Jóvenes, que se celebra hasta el 12 de septiembre, el Arzobispo de Maracaibo y Presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, Monseñor Ubaldo Santana, pidió a los participantes ser “embajadores de la esperanza” y “mensajeros de vida buena”.
Durante la ceremonia de bienvenida, el Prelado señaló que este Congreso pretende ser “un verdadero laboratorio en el que vivan concentradamente lo que han de llevar a cabo en cada una de sus comunidades eclesiales y en sus respectivos países”.
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Mons. Santana expresó que a los jóvenes les falta “tener la posibilidad de encontrarse personal y comunitariamente con Jesús”, “dejarse fascinar por su Buena Nueva del Reino de Dios” y “descubrir el potencial transformador de su presencia, de su amistad y de su capacidad de servicio hasta el final”.
El Arzobispo recordó la importancia y continuidad de los anteriores congresos juveniles celebrados en Cochabamba, Bolivia (1991-1992) y de Punta de Tralca en Chile (1998).
“Ustedes son cristianos, no guerreros. Déjense entonces embelesar por la Palabra y la vida de su Señor Jesús y pónganse con decisión y valentía a su servicio. Que en estos días reciban de él la gracia de la conversión y de la vida fraterna y se dejen ganar para siempre a la causa del Reino de Dios”, pidió el Prelado.