Mons. Jesús Pérez, Arzobispo de Sucre y actual Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, afirmó que en el país altiplánico la fe sigue siendo fuerte pero lamentó que en su natal España los católicos hayan sido muy pasivos al defender la vida de los no nacidos y el verdadero matrimonio.
De vacaciones en las Islas Canarias, el Prelado dijo a LaProvincia.es, que “los canarios cristianos han sido muy pasivos a la hora de mostrar su oposición en cuestiones que van contra el mandato de Dios como los matrimonios homosexuales y el aborto”.
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Mons. Pérez indicó que el “el cristiano no está preparado para soportar tantos ataques y vendavales” y que le preocupa que los católicos “no quieran tener símbolos religiosos como el crucifijo en sus campos, calles o casas”.
“Antes de protestar contra esto hay que ser testigos de Jesús. Si los crucifijos en los colegios molestaran a la mayoría entendería su retirada, pero apenas molestan a nadie”, expresó.
En ese sentido, criticó el relativismo que existe en la sociedad. Defendió que la verdad es una sola y que es una aberración decir que “nada es verdad, todo vale”. “Eso es una aberración, porque si todo vale significa que lo mismo da volver la cabeza para abajo que para arriba”, afirmó.
Asimismo, coincidió en que ante la crisis vocacional que atraviesa España, lo más probable es que se viva una “importación” de sacerdotes. “Tenemos desde el año 1961 un convenio con una diócesis alemana. En este momento hay dos sacerdotes de Sucre que saben alemán y ejercen en Alemania. En Bolivia el 80 por ciento de la población es católica y un 15 por ciento está formada por evangélicos de diversa denominación”, relató.
Mons. Pérez, que el 19 de junio cumple 75 años, dijo que cuando deje el cargo de Arzobispo de Sucre, se retirará a un monasterio en Bolivia. “Pero seguiré dedicado a escribir mis artículos en el periódico, a la radio y a la televisión, así como a trabajar por los demás. Un sacerdote nunca se retira sino que muere con las botas puestas”, afirmó.