La jueza Carmen Argibay de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, afirmó en un encuentro feminista que el aborto es un “derecho” que debe ser legalizado y acusó a los que se oponen a la píldora del día siguiente de ser “sectores minoritarios” con poder.
"Hablo de aborto y me acusan de asesina, pero yo insisto, esos calificativos a esta altura no me hacen ni cosquillas. Hablar de aborto es defender un derecho", afirmó durante las jornadas internacionales sobre violencia de género, realizadas en Río Negro.
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Para Argibay, los pro-vida buscan “imponer ideas religiosas” a todas las mujeres. “Eso hacen los sectores minoritarios pero con suficiente poder de lobby para imponer que una mujer no pueda usar anticoncepción de emergencia o practicar un aborto", aseguró.
Según la jueza, está a favor de la objeción de conciencia. “Desde hace años me llaman asesina por defender la libertad de las mujeres. Por defender sus derechos. Ya no me importa. No me causa ni siquiera cosquillas porque los argumentos que defienden quienes se oponen son falsos”, afirmó.
La organización Pro-Vida Argentina criticó que la magistrada haya realizado “nuevamente proselitismo activista para impulsar el aborto en nuestro país”.
La organización señaló, además, que “el Código Civil, en su artículo 70 establece claramente que la vida de las personas comienza en el seno materno a partir del momento de la concepción”, y precisó que la Constitución Nacional, que “la propia doctora Argibay juró respetar, establece en su artículo 29 que la vida de los argentinos no está a merced de gobierno o persona alguna”.
“Esta campaña desembozada ya, contra el sentimiento cristiano de nuestro pueblo, debe reconocerse en uno de los primeros y más brutales actos de la Corte que la doctora Argibay integra cuando recién se conformó y ordenó retirar de la entrada del Palacio de Justicia la imagen de la Madre de Dios, confiriendo un agravio gratuito al sentimiento religioso y moral de la inmensa mayoría de los argentinos”, recordó la entidad.