El Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera, lamentó profundamente la masacre de 72 inmigrantes en Tamaulipas y señaló que este hecho es una "prueba más del desorden social y de la pérdida de valores que impera en algunas zonas del país".
En un comunicado del Arzobispado de México, el Purpurado añadió que la masacre también prueba "la carencia de una política migratoria integral mexicana que sea coherente con las necesidades que demanda la movilidad humana con respecto al trato humanitario a los indocumentados, tal como exige México a los Estados Unidos".
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El Arzobispado exigió que "esta vergonzosa tragedia" no quede impune y llamó a los gobiernos de América "a tomar acciones inmediatas para que actos tan deplorables no vuelvan a ocurrir".
"El Papa Benedicto XVI ha dicho en el contexto de la Pastoral de los Migrantes que ‘la movilidad humana es corresponsabilidad de los Estados y de los Organismos Internacionales’, y en este sentido, México está obligado a poner todo su empeño para salvaguardar los derechos fundamentales de quienes ingresan al país sin documentos con el sueño de lograr una vida más digna", recordó.
Asimismo, el texto señaló que la negación de las víctimas a colaborar con el narcotráfico –y que fue el móvil de su muerte-, da "un verdadero mensaje de esperanza y de fe". "El sacrificio de estos inocentes da un mensaje universal sobre la defensa de los valores y el amor a sus familias", expresó.