Una multitud de feligreses se reunió en la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle para celebrar el centenario de la diócesis de Catamarca con una solemne Eucaristía presidida por el Arzobispo de Santiago de Chile, Cardenal Javier Errázuriz Ossa.
El Purpurado chileno, designado legado pontificio para la celebración, visitó la Ermita de la Virgen en Valle Viejo, y la Casa Natal de Fray Mamerto Esquiú. Luego, llegó a la catedral para la Misa concelebra con varios obispos.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El Cardenal Errázuriz pidió en su homilía a Nuestra Señora del Valle que "abra nuestra inteligencia y nuestros corazones para que escuchemos las palabras de vida eterna de su querido Hijo, dispuestos a comprenderlas y a cumplirlas, como ella siempre lo hizo como su Madre y su Discípula primera".
"Ella se acerca con preocupación y ternura aún a los más lejanos, a todos los pecadores, porque no tienen vino, como los esposos de Caná de Galilea. Necesitan oír la voz de la Inmaculada, que implora para ellos la benevolencia y los dones de su Hijo, y les propone que también ellos ‘hagan lo que El les diga’".
El Cardenal explicó que "en muchos lugares del mundo la cultura de la vida, la fidelidad, la familia y la paz, está siendo reemplazada por la contracultura de la muerte, la corrupción, la ruptura de relaciones y la violencia".
"Por eso, acogemos con confianza la promesa que hizo el Señor, que ya cumplió el día de Pentecostés, y que sigue renovando a lo largo de la historia de la Iglesia: ‘Yo pondré mi espíritu en ustedes y vivirán’", indicó.
Asimismo, recordó que la iglesia en Catamarca "está dispuesta a hacer de cada parroquia y de cada comunidad una casa y una escuela de discípulos misioneros del Señor, para que el pueblo catamarqueño y de las diócesis que peregrinan al Santuario tengan vida, y la tengan en abundancia".