El Arzobispado de Guadalajara criticó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), por avalar las adopciones homosexuales, pues se trata de una aberración más que se suma a otras acumuladas, como el mal llamado "matrimonio" entre personas del mismo sexo.
"Mostramos nuestro completo desacuerdo por esta decisión que en nada beneficia a la mayoría de las personas en México, y que se orienta directamente a dañar, profunda e irreversiblemente, al matrimonio –constituido por varón y mujer– y a la familia–como prole de la unión de dos personas de diferente sexo", expresó un comunicado difundido por la oficina de prensa del Arzobispado.
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El texto señaló que en su fallo la SCJN no tomó en consideración las investigaciones entregadas por el Instituto Mexicano de Orientación Sexual (IMOS), que advierten de los riesgos que este tipo de adopción acarrea para los niños. Incluso, indicó, el instituto solicitó a los miembros del tribunal diferir su fallo "hasta que no se profundizara en la investigación sobre el asunto y se llevaran a cabo más investigaciones al respecto", pues experiencias de otros países muestran las secuelas de las adopciones homosexuales.
"No se deben considerar sólo los posibles derechos de las personas del mismo sexo que quieran adoptar, sino también los derechos fundamentales del niño, y en particular del infante que puede ser adoptado. Un niño merece la mejor oportunidad de incorporarse a la sociedad, usando su derecho a la adopción", señaló.
En ese sentido, le recordó al Estado su deber de regular "cuál es el ambiente ideal para ese menor, y lo que todas las corrientes de psicología en el mundo reconocen, es que un padre y una madre es el mejor ambiente para ello".
Indicó que el estudio de la American Phychological Association (APA), titulado "Lesbian & Gay Parenting" ("Cuidado de los niños por parte de lesbianas y homosexuales"), advierte de "la alteración biosicoemocional que se provoca en el niño criado entre parejas homosexuales, además de que las estadísticas señalan que hay más violencia en estas relaciones".
"Los menores nacieron de la unión de un hombre y una mujer; jamás ha nacido nadie de la unión de dos personas del mismo sexo. Por lo tanto, su desarrollo está ligado íntimamente a su origen, y éste es su derecho, que ahora ha sido transgredido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación", añadió.
El Arzobispado afirmó que la defensa de este derecho de los niños no se basan en argumentos religiosos o "un involucramiento meramente moral en el orden civil, ni de interferir en la laicidad del Estado, sino que las pruebas científicas, que hasta el momento se han presentado, y la consecución de la ley natural, son contundentes para afirmar que el ambiente más propicio para desarrollarse está en parejas heterosexuales".