En el marco del 20° aniversario de la exhortación apostólica Ex Corde Ecclesiae sobre las universidades católicas, el Prefecto de la Congregación para la Educación Católica, Cardenal Zenon Grocholewski, señaló que sólo "la universidad católica que conserve su identidad tendrá un futuro y contribuirá con el bien de la sociedad" De perderla, se convertirá en una casa de estudios como cualquier otra.
En entrevista concedida a ACI Prensa para hablar sobre este "documento estupendo que proporciona el espíritu a la universidad católica" y que regula a estos centros de estudios en todo el mundo, el Purpurado se refirió a las dos importantes razones que llevaron a Juan Pablo II a escribirlo y presentarlo el 15 de agosto de 1990: La primera, dijo, era la importancia que le daba a la universidad católica a la que el Papa peregrino dedica un acápite especial al final del texto sobre el testimonio católico.
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La segunda, comentó, era que Juan Pablo II consideraba necesario generar una legislación que estableciera la misión de las universidades católicas, así como el marco jurídico para su creación.
Tras señalar que desde que saliera a la luz Ex Corde Ecclesiae unas 250 universidades se crearon en todo el mundo con la determinación de permanecer en esta identidad, el Purpurado recordó que un teólogo que enseña en una casa de estudios católica debe tener las cosas claras.
"Para ser teólogo uno tiene que creer en las Sagradas Escrituras y en la Tradición, y tiene que estar unido al Magisterio de la Iglesia. Es riesgoso que una persona quiera ser más importante que este Magisterio de la Iglesia", precisó.
Luego de recordar la exhortación apostólica "sigue vigente actualmente en todo lugar", el Cardenal alertó que "si una universidad católica pierde su identidad, se vuelve en algo similar a otras universidades, se hace entonces prácticamente menos significativa y eso es un gran desafío, o un gran problema".
Al comentar que ha recibido distintas quejas y reclamos de personas que asisten a universidades católicas por recibir contenidos y enseñanzas que no están de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia calificando a este tipo de centros de estudios de "hipócritas y mentirosos", el Purpurado vaticano indicó que "tienen razón y lo mismo se aplica para las escuelas católicas".
"Ex Corde Ecclesiae no exige una ‘gran reforma’, el documento es actual, es una aproximación muy realista y en sí misma tiene un gran dinamismo para hacer a la universidad católica algo muy importante hoy en día… cuando se vive un relativismo cultural y moral que genera mucho daño", dijo.
"Lo que se necesita en el contexto moderno de permisivismo y relativismo es que la universidad católica defienda la verdad, la verdad objetiva", agregó.
Seguidamente explicó que las universidades católicas no deben compararse unas a otras sino buscar en el documento el marco para su desarrollo porque "allí se resalta el ideal de universidad católica, y creo que estudiar el texto es mucho más productivo" que mirar a "distintas realidades" u otras universidades para tener una guía.
Preguntado sobre la perspectiva del Papa Benedicto XVI sobre la educación católica actual, el Cardenal Grocholewski dijo que él es "un gran entusiasta de la universidad católica. Prácticamente se regocija cuando que la universidad católica progresa y preserva su identidad" y destacó que siempre lo alienta a "luchar por el futuro de las universidades católicas".