El Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Bergoglio, agradeció el testimonio de los consagrados y consagradas de su arquidiócesis y recordó que la persona consagrada es "un puente hacia Dios para todos aquellos que se encuentren con ella".
En una carta con motivo del Día de la Vida Consagrada, que se celebrará el próximo 8 de septiembre a las 19 horas con una Misa en la Catedral, el Cardenal Bergoglio asegura que sin los consagrados "la vida sería mucho más pobre porque son signo de gratuidad y de amor tanto más en una cultura que corre el riesgo de ahogarse en el torbellino de lo efímero, lo funcional, lo autorreferencial".
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El Purpurado afirma que "la Vida Consagrada testimonia y expresa con fuerza que Dios y el hombre se buscan mutuamente, que el amor los atrae. La persona consagrada, por el solo hecho de vivir y testimoniar su consagración, es un puente hacia Dios para todos aquellos que se encuentren con ella; les recuerda y remite a Dios".
"La Vida Consagrada testimonia la incondicionalidad del amor que impulsa a perder la propia vida como respuesta a la sobreabundancia de amor del Señor que nos 'primereó' dando su vida por nosotros. De ahí que, por esa honda conciencia de ser personas salvadas, Ustedes están llamados a ser de modo especial testigos de la misericordia del Señor. La Vida Consagrada es una escuela de reconocimiento humilde de pobreza y de confianza en la misericordia de Dios", agrega.
Asimismo, alienta a los consagrados "que sienten el peso de la fatiga diaria con escasas gratificaciones humanas, en los de edad avanzada, en los enfermos, en quienes pasan por un momento difícil. Ninguno de Ustedes es inútil: son un don precioso para la Iglesia y para el mundo sediento de Dios".