En comunicación telefónica con la Radio FM de Colombia, Guillermo Yelting, el padre de Sara Yelting, relató la historia de su hija que tras 15 meses en coma despertó un día y pudo reconocer a sus seres queridos. Dijo además que mientras haya vida tiene que haber esperanza y que mientras su hija lucha él no tiene ningún derecho a bajar los brazos, al ser preguntado sobre si alguna vez pensó en dejarla morir.
En comunicación con la emisora colombiana desde Argentina, Guillermo explicó que todo comenzó cuando la joven que ahora tiene 23 años comenzó a sufrir distintos problemas neuronales que la sumieron en un coma grado 4: "fue internada en el Sanatorio Colegiales el 8 de febrero del 2009. Fue de mal en peor, ya ahí había perdido conocimiento y contacto con la realidad. Intentaron todos los tratamientos y terapias que conocieron, pero fue empeorando hasta que entró el 16 de ese mes a terapia intensiva por un problema pulmonar".
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Cuando parecía que no quedaba nada por hacer Sara despertó y comenzó a mover los ojos, las manos, a escribir y hasta pudo comunicarse, llenando de alegría a toda la familia y su novio que la acompañaban.
"El 13 de abril cumplían un año con su novio, y ella abrió los ojos sin más. La sorpresa fue para todos, allí estaban Martín su novio y su mamá, su cuerpo estaba muy deteriorado por los efectos de las enfermedades que sufrió durante todo ese tiempo" y que hicieron incluso que en algún momento la joven Sara llegara a pesar 35 kilos.
"Tenía contacto visual, empezó a abrazar, a besar, a escribir, a leer. Sui cuerpo está deteriorado porque estuvo un año y medio en cama y a raíz del paro respiratorio tuvo problemas cerebrales que estamos tratando de revertir", dijo.
Guillermo Yelting dijo luego a los padres o familiares de personas en estado de coma o situaciones similares que es importante hablarles de cosas positivas y no bajar la guardia ante el sufrimiento. "Siempre tengan una palabra de dulzura porque ellos en el inconsciente escuchan", señaló.
"Vos sos mi preferida, mi campeona, vos de esta vas a salir", le decía en medio de un ambiente en el que "la ciencia te bombardea y te dice que no hay nada que hacer".
Al hablar sobre su actitud ante el coma de su hija, manifestó que "mientras haya vida tiene que haber esperanza, yo no me voy a dar por vencido, yo no la voy a entregar" y sentenció luego: "si mi hija está luchando yo no tengo ningún derecho a bajar los brazos".