El Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, reflexionó con los feligreses mexicanos sobre la importancia de rezar y explicó línea por línea el Padre Nuestro.
Desde la Catedral Metropolitana, el Purpurado señaló que "la confianza sencilla y fiel, y la seguridad humilde y alegre, son las disposiciones propias del que reza el ‘Padre Nuestro’. Orar a Dios nuestro Padre debe hacer crecer en nosotros la conciencia de que somos hijos de Dios, debe hacer crecer en nosotros el anhelo de parecernos más a nuestro Padre, debe fortalecer en nosotros el sentido de fraternidad".
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También explicó que cada quien puede dirigir al cielo diversas oraciones, según sus necesidades, pero sin olvidar los contenidos de la oración que Jesús nos enseñó.
Señaló que la frase "Padre Nuestro" contiene la imagen del Padre que tanto ha amado al mundo y le ha dado a su único hijo y "cuando a la invocación de Padre, añadimos "nuestro", estamos saliendo de nuestro individualismo, estamos reconociendo en todo hombre la misma dignidad de que nos gloriamos, de ser hijos de Dios", refirió.
El Arzobispo añadió que la expresión "Que estás en el cielo" evoca a "la morada de nuestro Padre, el cielo, es nuestra patria, nuestro destino, porque el Hijo ha bajado del cielo para hacernos subir con Él, por medio de su cruz y su resurrección".
Señaló que cuando decimos "Santificado sea tu nombre" pedimos a Dios "que su santidad se manifieste en los hombres, que venza el pecado del mundo, que su luz disipe las tinieblas del mal y su esplendor aparezca con mayor claridad para que todos los hombres lo reconozcan".
Sobre "Venga a nosotros tu Reino", el Cardenal Rivera recordó que "el Reino de Dios es Justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo "y que los cristianos están comprometidos a trabajar intensamente para que los valores del Reino de Dios se vivan en el mundo.
Al reflexionar sobre "Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo" el Purpurado dijo que "nosotros somos radicalmente impotentes para cumplir la voluntad del Padre, por eso debemos pedir a nuestro Padre que una nuestra voluntad a la de su Hijo para poder cumplir sus designios. Unidos a Jesús y con el poder de su Espíritu podremos hacer la voluntad del Padre".
Al llegar a la parte donde Jesús dice "Danos hoy nuestro pan de cada día", el Arzobispo Primado de México, subrayó que el drama del hambre en el mundo y llamó a los cristianos a una responsabilidad efectiva hacia sus hermanos.
Recordó que al decir "Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden", el cristiano debe recordar que la misericordia no puede penetrar en nuestro corazón hasta que hayamos perdonado a los que nos han ofendido y que negarse al negarse a perdonar a nuestros hermanos y hermanas, el corazón se cierra, su dureza lo hace impermeable al amor misericordioso del Padre.
Sobre "No nos dejes caer en la tentación", señaló que la victoria sobre la tentación sólo es posible mediante la oración y de la última petición "Y líbranos del mal", explicó que designa a una persona: "Satanás, el Maligno, el ángel que se opone a Dios" por quien el pecado y la muerte entraron al mundo y aseveró que sólo podremos asegurar la victoria sobre él "si nos unimos en Jesucristo" porque Él venció definitivamente al Enemigo con su muerte y resurrección.