En enérgica respuesta a un reportaje de la revista socialista Panorama, que presenta las actividades homosexuales de tres supuestos sacerdotes –uno de ellos no italiano–, el Vicariato de Roma (Italia) señaló este viernes que los sacerdotes que son homosexuales deberían salir a la luz y considerar seriamente dejar el sacerdocio.
El comunicado publicado en el diario Avvenire señala que "quien ha realizado este reportaje afirma haber frecuentado algunos sacerdotes homosexuales y haber documentado su comportamiento con una cámara escondida".
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"La finalidad del artículo es evidente, crear el escándalo, difamar a todos los sacerdotes sobre la base de la declaración de uno de los entrevistados según el cual ‘el 98 por ciento de los sacerdotes que conoce es homosexual’, desacreditar a la Iglesia –y asimismo– hacer presión contra aquella porción de la Iglesia definida por ellos como ‘intransigente, que se esfuerza por no ver la realidad’ de los sacerdotes homosexuales".
El Vicariato de Roma señala luego que "los hechos relatados no pueden no suscitar dolor y desconcierto en la comunidad eclesial de Roma, que conoce de cerca a sus sacerdote no por la ‘doble vida’, sino con una ‘vida sola’, feliz y alegre, coherente con la vocación, donada a Dios y al servicio de la gente, esforzada en vivir y testimoniar el Evangelio y modelo de moralidad para todos".
Estos esforzados y coherentes hombres "son los más de 1 300 sacerdotes de nuestras 336 parroquias, oratorios, de las múltiples obras de caridad, de los institutos de vida consagrada y de las otras realidades eclesiales operantes en las universidades, en el mundo de la cultura, en los hospitales y en las fronteras de la pobreza y de la degradación humana, no solo en nuestra ciudad sino también en tierras lejanas y en condiciones pobrísimas".
Seguidamente señala que "quien conoce la Iglesia de Roma –donde viven también centenares de otros sacerdotes provenientes de todo el mundo para estudiar en la universidad, pero que no son del clero romano ni involucrados en la pastoral– no se encuentra ni siquiera mínimamente ante la realidad del comportamiento de aquellos de la ‘doble vida’, que no han entendido que cosa es el ‘sacerdocio católico y no deberían llegar a convertirse en sacerdotes".
"Sepan que nadie los obliga a seguir siendo sacerdotes, disfrutando solo de los beneficios. Lo coherente sería que salgan al descubierto. No queremos su mal pero no podemos aceptar por sus comportamientos se enfangue la honorabilidad de todos los otros", precisa el texto.
Ante hechos similares, continúa, "adherimos con convicción a lo que el Santo Padre Benedicto XVI ha repetido muchas veces en los últimos meses: ‘los pecados de los sacerdotes’ nos reclaman a todos la conversión del corazón y de la vida así como ser vigilantes y no ‘socavar la fe y la vida cristiana, atacando la integridad de la Iglesia, debilitando su capacidad de profecía y testimonio, empañando la belleza de su rostro’".
"Este Vicariato –concluye– está empeñado en perseguir con rigor, según las normas de la Iglesia, todo comportamiento indigno de la vida sacerdotal".