El Papa Benedicto XVI inauguró esta mañana en los Jardines Vaticanos una fuente nueva dedicada a San José y realizada por la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, en homenaje al nombre de bautismo del Santo Padre.
La fuente tiene dos pilas, una de seis metros y otra de ocho, separadas por una palmera y está adornada con seis paneles de bronce del artista italiano Franco Murer, dedicadas a los esponsales, al primer sueño de José, a la Natividad, a la Fuga en Egipto, al hallazgo de Jesús en el templo y al trabajo en la familia de Nazaret.
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En la inauguración el Papa Benedicto recordó que "José, fiándose de Dios, consiente y coopera al plan de la salvación" y explicó que "ciertamente, la intervención divina en su vida no podía por menos que turbar su corazón. Confiarse a Dios no significa llevar a cabo todo siguiendo nuestro criterio, no significa realizar lo que habíamos proyectado; confiarse a Dios quiere decir vaciarse de sí mismo, renunciar a sí mismo porque solo quien acepta perderse por Dios puede ser ‘justo’ como San José, puede conformar su voluntad a la de Dios y así realizarse".
Seguidamente el Papa indicó que "el Evangelio no ha conservado ninguna palabra de José, cuya actividad transcurre en silencio. Es el estilo que lo caracteriza durante toda su existencia, sea antes de encontrarse frente al misterio de la acción de Dios en su esposa, sea cuando consciente de este misterio está al lado de María en la Natividad".
El Santo Padre dijo luego que "esta hermosa fuente dedicada a San José constituye una llamada simbólica a los valores de la sencillez y la humildad a la hora de cumplir diariamente la voluntad de Dios, valores que caracterizaron la vida silenciosa pero inestimable del Custodio del Redentor".
"Confío a su intercesión la Iglesia y el mundo. Junto a la Virgen María, su esposa, guíe siempre vuestro camino y el mío para que podamos ser instrumentos gozosos de paz y salvación", concluyó el Papa.