El Papa Benedicto XVI recibió en audiencia a una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla con motivo de la solemnidad de los santos Apóstoles Pedro y Pablo, y manifestó su confianza en que el diálogo con los ortodoxos siga a “buen ritmo”.
Al inicio de su discurso, el Santo Padre dio las gracias a Dios "porque las relaciones entre nosotros se caracterizan por sentimientos de confianza mutua, estima y fraternidad, como testifican claramente los numerosos encuentros que han tenido lugar en el transcurso de este año".
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"Todo esto -continuó- es un motivo para esperar en que el diálogo católico-ortodoxo seguirá progresando a buen ritmo".
Refiriéndose a la Comisión mixta internacional para el diálogo teológico, el Papa dijo que actualmente "se encuentra en un punto crucial, después de haber comenzado el pasado octubre en Paphos a discutir sobre "El papel del Obispo de Roma en la comunión de la Iglesia en el primer milenio". Con todo nuestro corazón pedimos que, iluminados por el Espíritu Santo, los miembros de la Comisión sigan por este camino durante la próxima reunión plenaria que se celebrará en Viena, y que dediquen el tiempo necesario para estudiar a fondo este asunto tan delicado e importante. Para mí es un signo alentador que el patriarca ecuménico Bartolomé I y el Santo Sínodo de Constantinopla compartan nuestra firme convicción de la importancia de este diálogo".
Benedicto XVI destacó que en la próxima Asamblea Especial para Oriente Medio del Sínodo de los Obispos, que se celebrará en octubre, "se dedicará mucha atención al tema de la cooperación ecuménica entre los cristianos de esta región". En este sentido, señaló que "las dificultades que los cristianos de Oriente Medio están experimentando son en gran medida comunes a todos: vivir como una minoría y el anhelo de una auténtica libertad religiosa y de la paz. Es necesario el diálogo con las comunidades islámica y judía".