En el marco de la campaña internacional para abolir la ley sobre la blasfemia en Pakistán, el Obispo de Hyderabad, Mons. Max John Rodríguez, señaló que los parlamentarios temen abolir la injusta y abusiva norma porque se convierten en "posible objetivo de ataque de los extremistas".
En declaraciones a la agencia vaticana Fides, el Prelado recordó que la ley la introdujo el dictador Zia en 1986 y ningún gobierno, militar o democrático, hasta ahora ha conseguido retirarla, cuando "grandes sectores de la sociedad están de acuerdo en cancelarla. Los cristianos y las minorías religiosas y también los musulmanes mantienen su abolición".
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"La paradoja es que la opinión pública está generalmente de acuerdo con la abolición, pero es la opinión de pequeñas franjas extremistas la que prevalece. El órgano que tiene el poder de actuar es el Parlamento, donde se aprueban y se pueden abolir las leyes. Pero hoy muchos parlamentarios tienen miedo: les intimidan y se convierten en posible objetivo de ataque de los extremistas", señaló.
"Los cargos públicos –continuó el Obispo– temen por sus propias vidas y la situación no se desbloquea. Continuaremos en esta lucha esperando que el país sepa liberarse de las garras del terrorismo y del extremismo ideológico y religioso", agregó.
Mons. Rodriguez recordó que la ley, que regula las ofensas contra el Corán o Mahoma y castiga a quienes la quebrantan con penas que pueden llevar hasta la cadena perpetua o la muerte, "se usa mal y se abusa de ella por controversias locales y personales".
"A veces ocurren verdaderas ejecuciones que tienen lugar en la calle, obra de una muchedumbre enfurecida", añadió.