Con motivo del Día Mundial del Refugiado que se celebra el 20 de junio, Caritas Internacional pidió a los gobiernos del mundo garantizar la protección de los tres millones de mujeres que viven en los campos de refugiados y son particularmente vulnerables a violaciones de los derechos humanos.
"La comunidad internacional debe mostrar voluntad política para garantizar la protección contemplada en tratados internacionales", afirmó Martina Liebsch, directora de política de Caritas Internacional.
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La organización explicó que hay más de 10 millones de refugiados en el mundo. Una dos terceras partes se encuentran en situaciones de crisis desde hace más de cinco años.
Las mujeres representan el 49 por ciento de la población de refugiados y huyen de conflictos en lugares como Colombia, Sudán, Irak y Afganistán. A menudo viven en lugares inseguros como los campamentos improvisados sin protección.
"Las mujeres pueden ser víctimas de la violencia en estos campamentos", agregó Liebsch y "son más vulnerables a los ataques ya que con frecuencia tienen que salir de los campamentos para buscar satisfacer las necesidades básicas de sus familias, buscar leña y agua."
Para Cáritas es fundamental proporcionar una mayor seguridad en los campamentos, promover que las mujeres denuncien los actos de violencia y tengan acceso a procedimientos judiciales.
Caritas ha ayudado a 12 mil personas en Darfur, Sudán, mediante centros comunitarios que ofrecen actividades como panadería y fabricación de cordeles. Además, la entidad sostiene que la experiencia práctica en campos de refugiados en Benin, África Occidental, muestra que la provisión de puestos de liderazgo para las mujeres mejora su seguridad.
"La mejor manera de garantizar la seguridad es resolver las crisis de refugiados para que puedan volver a casa", dijo Liebsch y consideró que "las alternativas son el apoyo a la integración en la comunidad de acogida o el reasentamiento en otro país".