José Pedro Manglano es filósofo, teólogo y autor de unos 20 libros. Su obra "El libro del matrimonio" de la colección Planeta Testimonio es un éxito de librerías. Como experto en el tema aconseja a los españoles a redescubrir el reto de formar una familia.
En una entrevista concedida al diario La Razón, Manglano se pronunció en contra de la convivencia prenupcial porque "no es coherente que quien no está casado viva como un casado y exprese su vivencia como un casado. Además, la sociología ha mostrado que cohabitar hace más frágil la relación. En Inglaterra, el 40 por ciento de los hombres divorciados antes había cohabitado".
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"Cohabitar es ‘querer probar’ pero... ¿prueba una madre a su hija? No, la ama incondicionalmente. Y así debe amar un esposo, no poner a prueba", explica.
Asimismo, considera que aunque el divorcio persista en las sociedades, la Iglesia Católica nunca aceptará el divorcio. "El matrimonio cristiano es indisoluble, porque refleja, como un icono, la unión de Cristo con la Iglesia, que es incondicional", agrega.
Manglano insiste en que el matrimonio no es un contrato, sino una alianza. "Un contrato se puede disolver de común acuerdo, pero el matrimonio no, aunque otorgue derechos y deberes", agrega.
"En el siglo XI algunos juristas empezaron a llamar ‘contrato’ al matrimonio, pero era inexacto. Es una alianza, como la de Dios con los hombres, expresada con ritos y gestos sagrados. Los esposos se entregan el uno al otro. No se intercambian servicios ni cosas, sino que se intercambian personas, ellos mismos. Por eso es una alianza, y no un contrato", sostiene.
En este sentido, considera que un curso prematrimonial de un fin de semana es insuficiente para el sacramento. "Incluso para la Primera Comunión exigimos dos años. En Reino Unido, el Center for Social Justice, del Partido Conservador británico, pide más apoyo a la formación prematrimonial, porque ahorra costes al Estado. También habría que fomentar más los centros de reconciliación para parejas en crisis. Para eso hay que empezar teniendo claro que hay un modelo de familia deseable, que se debe fomentar y proteger", explica.
El autor cree "que los cristianos han de cambiar la sociedad desde el ejemplo de sus vidas, más que cambiando las leyes civiles".