En un comunicado conjunto, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), y la Arquidiócesis de México, señalaron que no existe ninguna confrontación entre ambas instituciones, tal como especulan "voces malintencionadas" que hablan de un supuesto desacuerdo por cómo se recogerán los datos sobre la religión que profesan los mexicanos en el censo nacional.
"Existe una relación óptima, y prueba de ello fueron los acuerdos y el consenso entre ambas instituciones en relación al artículo editorial publicado en el semanario Desde la fe el pasado 23 de mayo, en el que se cuestionó la metodología utilizada por el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) para recabar información sobre la religión que profesan los mexicanos", expresó el comunicado.
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Explicó que la información dada a conocer en el editorial "surgió de un documento preliminar que preocupó profundamente a la Secretaría General del Episcopado Mexicano, a los Obispos y, en particular, a la Arquidiócesis Primada de México, por las posibles consecuencias que se derivarían de una metodología equívoca para la elaboración del Censo de Población y Vivienda 2010".
Indicó que esta publicación demostró su utilidad porque logró reunir a representantes del INEGI y de Gobernación con autoridades eclesiásticas "para dejar en claro que la forma de recabar la información, en torno al credo que profesan los mexicanos, será a través de una pregunta abierta y una posterior clasificación".
Tras reconocer la disposición de las autoridades para dialogar, el texto manifestó el deseo de la Iglesia de que los mexicanos colaboren con el censo, pues se trata de "una valiosa herramienta para el desarrollo de México".