El Obispo de Cartago, Mons. Francisco Ulloa, lamentó el reciente fallo del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que lo condenó por haber recordado a los católicos que no pueden respaldar programas políticos que vayan contra los principios cristianos, y aseguró que esta decisión no silenciará la misión de los pastores en el país.
El 3 de mayo el TSE falló en contra de Mons. Ulloa en una demanda interpuesta por miembros del Movimiento por un Estado Laico. La Conferencia Episcopal de Costa Rica se solidarizó con el Obispo y respaldó "las acciones que emprenda en defensa de sus derechos fundamentales, ante las instancias y organismos competentes".
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En una entrevista publicada por el diario La República, Mons. Ulloa explicó que "según lo resuelto, nosotros (los obispos) no podríamos emitir una opinión sobre aspectos que vayan a favor del bien común. Ese es el gran peligro, pues muchos podrían tomar nuestras opiniones y presentar algún recurso alegando que estamos faltando a la legislación. Ese es el punto álgido y peligroso de esa resolución".
En este sentido, señaló que "yo seguiré hablando cuando sea necesario, defendiendo los intereses de Dios, orientando a nuestro pueblo, porque esa es mi misión. Esta norma hay que revisarla porque es discriminatoria y en la realidad de los derechos humanos no tiene cabida".
Tras recordar que fue notificado de la sentencia cuando estaba fuera del país, el Obispo señaló que la resolución le llamó la atención "porque se basa en una norma constitucional del siglo XIX. Y que tiene su origen en aquella lucha que hubo entre el Partido Liberal y la Iglesia, en tanto existía un partido que se llamaba la Unión Católica. Actualmente la norma está trasnochada y el mismo derecho canónico nos dice que como clérigo uno no tiene por qué participar en un partido concreto, ni tampoco favorecer o no un candidato específico".
El Prelado agradeció el apoyo de la Conferencia Episcopal y consideró que "esta resolución no solo afecta a mi persona, sino a todos los obispos, sacerdotes e incluso seglares católicos, pues se impide hacer propaganda invocando motivos religiosos del pueblo. Esto es muy serio, pues se limita la libertad de expresión a todos ellos, y además cualquier expresión se puede malinterpretar".
Asimismo, aclaró que "lo que me achacan de hacer propaganda política no es cierto. No me referí a ningún partido político, a ningún candidato; además las elecciones no habían comenzado, no estaban los candidatos en su totalidad y la finalidad no fue nunca referirme a la política en sí".
"Se trataba de un contexto en el cual se estaba proponiendo eliminar el nombre de Dios de la Constitución y otros proyectos paralelos. Yo sentí en la conciencia la necesidad de llamar la atención del pueblo sobre esto, tratándose de un país en su mayoría católico", indicó.