Diversas organizaciones civiles denunciaron la injerencia de ciertos funcionarios de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que con el pretexto de dar seguimiento a "recomendaciones" de la entidad internacional, presionan a los países de la región para que apliquen políticas de género.
La Institución de Formación, Investigación y Estudios de la Mujer y Familia de Chile, el Population Research Institute, el Instituto de Bienestar Familiar de Panamá y la Red Pro-Yucatán de México recordaron que las naciones deben ser definidas y apoyadas por las Naciones Unidas, no amenazadas o presionadas por el propio órgano multilateral.
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Estas entidades consideraron alarmante que funcionarios de la ONU hayan lanzado un "ultimátum" a los países de América Latina para que den cuenta de "recomendaciones" emitidas obligando así a su cumplimiento.
Según estos grupos, los funcionarios en cuestión olvidan que la ONU no es un ente de poder supranacional, cuyo verdadero espíritu y naturaleza es fortalecer la paz y custodiar los derechos humanos fundamentales proclamados en 1948.
Los expertos respondieron a la representante adjunta de la Oficina de la Alta Comisionada para Derechos Humanos en México, Liliana Valiña, quien lanzó un ultimátum para que el estado informe sobre la aplicación de las recomendaciones que emite las Naciones Unidas en materia de derechos humanos.
Según Carlos Polo, director para América Latina del Population Research Institute se ha denunciado repetidamente excesos cometidos por funcionarios de la ONU que promueven ideologías anti vida y familia.
"Lamentablemente eso sucede cuando ciertas organizaciones suponen que entienden lo que les conviene a los demás", señaló y explicó que "algunos miembros de los Comités de Monitoreo de Tratados Internacionales se han dejado seducir por estas teorías. Y no se han detenido ni siquiera en usar sus cargos para dar la impresión que todo el Sistema de Naciones Unidas los respalda, pero no es así".
Polo señaló que generalmente se toman la atribución de pedir cuentas al estado sobre de la situación en su país y es frecuente el uso de términos como "exigir", "deplorar" o "felicitar" al estado parte.
Sin embargo, "se introducen temas relacionados con una reinterpretación ideológica como la despenalización del aborto, la aplicación de planes nacionales de salud reproductiva o la inclusión de la perspectiva de género en la política pública", advirtió.