El Obispo de Tehuacán (México), Mons. Rodrigo Aguilar Martínez, envió un mensaje por el Mes de María (mayo), en el que alentó a las mamás que celebran el Día de la Madre el segundo domingo del mes, a "asumir la maternidad de manera totalmente libre y responsable" como la Virgen, aprendiendo de Ella a "acoger, respetar, celebrar y educar la vida humana".
Tras recordar que el mes de María se funda en la piedad popular y que es la devoción "más adecuada para encontrar y seguir en ella el prototipo del discipulado y el testimonio de Jesucristo", el Prelado evocó la escena de la Anunciación-Encarnación en que María responde al proyecto divino con "un sí totalmente libre y que irá reiterando como peregrina de la fe a lo largo de su vida".
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"Por ejemplo cuando ella y José son rechazados y no encuentran lugar en el mesón, debiendo ella dar a luz en una cueva que sirve de corral para los animales; o cuando se sorprende por lo que dicen del Niño los pastores, o los ancianos Simeón y Ana, o los magos de oriente; o al tener que huir precipitadamente con José y el Niño a Egipto, para evitar que den muerte al pequeño", añadió.
En este sentido, Mons. Aguilar invitó a las mamás a que "aprendan esa actitud para asumir la maternidad de manera totalmente libre y responsable; de ella aprendan a acoger, respetar, celebrar y educar la vida humana. María es la mujer fuerte que acepta totalmente los planes de Dios, que entrega al Hijo para la salvación de todos".
Asimismo, el Obispo de Tehuacán recordó a los fieles que las celebraciones marianas de este mes deben llevarnos a reconocer en María "el Regalo del Hijo que nos salva, y a ella misma como Madre que nos acompaña, según lo dijo Cristo desde la cruz y ella lo ha asumido en sus apariciones en diversos lugares y tiempos", agregó.
"Numerosas imágenes nos hablan de la inculturación de la Virgen María como Madre de muchos pueblos. La devoción a la Virgen María no es sólo de niños, mujeres o ancianos, sino de todas las edades. Recemos a la Virgen María y acompañados de ella contemplemos el rostro de Cristo Jesús, su Hijo y nuestro hermano, el consumador de nuestra fe", concluyó.