Los obispos de Venezuela exigieron el retiro del mural donde aparecen las imágenes de Cristo y la Virgen de Coromoto portando fusiles, porque se trata de un uso violentista y político de la religión; un atropello que ni Fidel Castro ha cometido en Cuba.
"Ese mural lo deben quitar. Es una exigencia del pueblo católico de Caracas y de Venezuela. Es un mural antirreligioso, anticristiano. Debe ser completamente eliminado. El sentir de la gran mayoría es contrario al uso, a la manipulación de la figura religiosa", dijo el Arzobispo de Caracas, Cardenal Jorge Urosa, a un medio local al referirse al grafiti firmado por el colectivo de izquierda La Piedrita.
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Por su parte, el Arzobispo de Coro, Mons. Roberto Lückert, señaló que se trata de "una falta de respeto y consideración que no se ha hecho ni en Cuba, es un atropello que ni Fidel ha cometido"; pues se trata de "una imagen tan querida para los venezolanos, que representa la paz y el amor".
Asimismo, el Cardenal Urosa dijo que el Estado venezolano debe ser consciente que la religión está fuera de la política. Pidió que se pronuncie "para que la gente afecta al Gobierno nunca promueva la violencia en imágenes sagradas". Recordó que ninguna religión debe promover la violencia, "porque todas las religiones manifiestan el encuentro con Dios con el ser humano".
El Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Mons. Baltazar Porras, coincidió en que estas imágenes son una "manera de sembrar odio y muerte" en la población.
El Prelado llamó a los venezolanos a reflexionar sobre lo que está ocurriendo en Venezuela y a manifestar su indignación ante este atropello y manipulación.
Mons. Porras advirtió que en el país existe un doble discurso, porque por un lado se aprueba una ley que prohíbe los juguetes bélicos, pero por otro se realizan fuertes compras de armas y se promueve el discurso violentista.
La Piedrita
El mural se encuentra en el sector 23 de Caracas, zona controlada por el colectivo de izquierda La Piedrita, que tiene más de veinte años funcionando y que se atribuye los atentados contra el Arzobispado de Caracas y la Nunciatura Apostólica. Su líder, Valentín Santana, ha asegurado que tiene en la mira a dueños de los medios de comunicación "de la derecha".
Aunque el Presidente Hugo Chávez ha llamado en alguna ocasión "terrorista" a este grupo y pedido la detención de su líder, La Piedrita ha expresado varias veces su admiración y adhesión al mandatario venezolano y a su revolución. Además, sigue controlando el sector 23 y generando violencia, a pesar que según la prensa local, solo contaría con 50 hombres armados.